Destiny, el videojuego más reservado de la historia

Ya sabíamos que la apuesta de la editora Activision por lo nuevo de Bungie, Destiny, era realmente descomunal, puesto que hablamos de un título de acción en primera persona con un fuerte componente multijugador llamado a durar diez años entre expansiones y DLCs, gracias a tomar como espina dorsal la ambientación en un universo descomunal, con libertad para explorar vastos territorios y ciertos toques RPG.

Se habla que para su desarrollo ha sido necesario contar con un presupuesto descomunal, de unos 500 millones de dólares, por lo que Destiny tiene que venderse sí o sí como churros a fin de evitar que el cobrador del frac llame a las puestas de Activision a reclamar lo que es suyo. Pero por suerte para ellos, hay varios datos que apuntan a que será un éxito rotundo:

Para empezar comentar que su beta dio cabida a más de 4,6 millones de jugadores, convirtiéndose en una de las fases betas más multitudinarias (si no la que más) de todos los tiempos. Ahora durante la conferencia de Sony en la Gamescom 2014 se ha confirmado que a día de hoy, más o menos un mes antes de su llegada a las tiendas, Destiny se ha convertido en el videojuego más reservado de la historia.

Vamos, que aunque sea físicamente imposible, en Activision están dando palmas con las orejas mientras el símbolo del dólar ilumina el rostro de sus máximos directivos. Además uno de los responsables de Bungie ya ha confirmado que están trabajando en su primera expansión, The Dark Below, por lo que todo apunta a que tras los ajustes realizados después de la beta ya casi todo está listo para que Destiny aterrice en nuestros hogares