A buenas horas
En el partido considerado como el del juicio de la afición culé a su equipo, el Barcelona regaló a su público una de las tardes más plácidas de toda la temporada y es que los de Frank Rijkaard, que parece estar viviendo sus últimos días como técnico azulgrana, ya resolvieron el choque a los 14 minutos, momento en el que Henry marcaba el 3-0.
Antes, ya habían puesto mucha tierra de por medio Messi, que transformó un penalti provocado por él mismo, y Xavi, con un disparo raso desde la frontal. Sin embargo, como era esperado, el Barça no se libró de la bronca al empezar el encuentro y el público mostró abiertamente su disconformidad por el segundo año sin títulos con una pañalada y una sonora pitada a la salida del equipo al campo.
Después, los tempraneros goles resultaron una anestesia para el respetable culé, que se limitó a presenciar el partido sin realizar ninguna manifestación acerca de lo que estaba contemplando. Mientras, el Valencia se mostró muy diferente al que tan buenas sensaciones dejó la jornada pasada en el debut de 'Voro' en el banquillo y ofreció una imagen realmente preocupante.
Incapaz de llevar algo de peligro a la portería de Valdés, el Valencia se dejó llevar y terminó encajando otros tres goles, un nuevo tanto de Henry y otros dos de Bojan, para que el Barça acabara de redimirse de la eliminación en semifinales de Copa contra un conjunto 'che', que con la derrota, se queda a dos puntos del descenso y con un decisivo encuentro contra el Zaragoza en el horizonte más inmediato.
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