Arnedo repara la memoria de las víctimas de los 'Sucesos'
Hace 90 años, las vidas de once arnedanos y arnedanas fueron sesgadas en el transcurso de una jornada de huelga que acabó con disparos de la Guardia Civil y la muerte de Lucía Barragán, Micaela Pérez-Ezquerro, Manuel Álvarez (de dos años), Marcelina León, Mª Nieves Ibáñez, Pío Navascues, Honorato Garrido, Fermín Velasco, Daniel Zabalo, Cosme Castillo y Agustina Herrero.
El colectivo '5 de enero. Memoria y Dignidad' considera que “ya iba siendo hora de que el pueblo de Arnedo iniciase un movimiento de reparación, un proceso para levantar de una manera simbólica a quienes quedaron muertas y tendidas en la plaza. Hora de reconocer públicamente la generosidad y valentía de aquellos que nos precedieron, devolver la dignidad a sus nombres y apellidos y honrar su memoria con el respeto que se merecen, en la plaza donde fueron abatidos por los disparos de la Guardia Civil”.
Para recordar a todas estas personas y honrar la historia del municipio, el colectivo ha organizado una serie de actos que han culminado este miércoles con una cita en la misma plaza donde tuvieron lugar los 'Sucesos de Arnedo'.
Además de la lectura de un manifiesto, también hubo tiempo para la música, de la mano de la cantautora Ana Ortega, y para la poesía. Por motivos administrativos, no ha sido posible dejar constancia en la plaza de los 'Sucesos' con una escultura, pero esa es la intención del colectivo y del Ayuntamiento a lo largo de este año.
El 5 de enero de 1932, obreros y trabajadores y también vecinos y vecinas del pueblo se dieron cita en la Plaza de Nuestra Señora de Vico para protestar por “el abuso que se estaba cometiendo en una empresa de calzado por parte de los patronos (Muro, Arrecubieta y Ruiz de la Torre)”. Tras la celebración de una huelga, se había alcanzado a un acuerdo y la empresa y los delegados sindicales se habían dado cita en el Ayuntamiento para firmarlo.
“Aquello parecía más una fiesta que una huelga porque las mujeres habían llevado a los niños de la mano para que vieran cómo los trabajadores luchaban por conseguir lo suyo. Gente del pueblo desarmada y celebrando sus logros y esperanzas”. Sin embargo, ante los gritos de algunas personas, la Guardia Civil decidió disparar contra la multitud, dejando once personas fallecidas y decenas heridas y generando una crisis de gobierno que desembocó en el cese del director de la Guardia Civil, el general Sanjurjo.
“Los sucesos de Arnedo quedaron irremediablemente inscritos a nuestra memoria local y hoy es el día en que con este acto público asumimos, reivindicamos y honramos nuestro pasado, para poder seguir construyendo nuestro futuro”, concluye el manifiesto.
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