Ataque con bomba en Iraq

Un ataque con bomba en Iraq sobre un pequeño autobús ha matado a siete personas y herido a otras 24 en una terminal de autobuses al sur de Bagdag, según han informado hoy fuentes de la policía iraquí. La explosión ha tenido lugar en el barrio Abu Dsheer, de mayoría chií. No se han aportado más datos sobre el atentado.

La violencia ha caído en Iraq con respecto a 2008 y el número de civiles muertos en mayo fue el menor desde la invasión estadounidense en 2003. Pero las fuerzas iraquíes y estadounidenses aún no han acabado con la insurgencia.

Este tipo de bombardeos ponen en duda la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes de estar solas cuando las tropas estadounidenses de combate abandonen el país a finales de este mes. Los analistas dicen que la violencia puede aumentar antes de las elecciones nacionales que tienen que celebrarse en enero de 2010, lo que podría llevar a luchas fratricidas entre grupos chiíes.

El personal estadounidense, por su parte, debe salir de Iraq antes de que termine 2011, según establece el pacto de seguridad firmado entre Washington y Bagdag que ha entrado en vigor a principios del presente año.

El sentimiento más extendido entre el común de los estadounidenses y de sus soldados con respecto a la intervención iraquí es de deseo de finalización de las operaciones y de regreso a su país. Obama tomó esta determinación tras su victoria electoral diciendo: “enviamos nuestras tropas a Iraq a acabar con el régimen de Saddam Hussein, y habéis hecho el trabajo (…). Habéis luchado contra la tiranía y el desorden (…), habéis servido con honor y éxito”.

Durante las intervenciones estadounidenses, el 16% de los iraquíes se han refugiados en Siria, Jordania o en su propio país; medio millón de niños han quedado huérfanos y 800 están internados en las prisiones militares estadounidenses; las infraestructuras sanitarias y educativas siguen destruidas en su mayor parte.