Campañas electorales y violencia

La violencia a la que se ven sometidos los colombianos en su día a día ha obligado a los candidatos de las elecciones presidenciales de Colombia, que se celebran el próximo 30 de mayo, a colocar la seguridad ciudadana como uno de los puntos claves de sus programas electorales.

Las estrategias que van a seguir los dos partidos mejor posicionados según las encuestas, el Partido de la U con Juan Manuel Santos como líder y el Partido Verde cuya cabeza es Antanas Mockus, han sido comentadas por los asesores de ambos candidatos en el diario colombiano El Tiempo.

Así, Lucía Jaramillo Ayerve del partido de Santos afirma que para hacer frente a la violencia ciudadana “primero, hay que definir los delitos de alto impacto como el homicidio y el fleteo, los cuales van a ser prioritarios a escala nacional y luego hay que realizar un diagnóstico específico de cada localidad”. Además, Jaramillo aseguró que para perseguir estos delitos su gobierno realizaría “un monitoreo en el que más allá de las estadísticas participe la comunidad sobre cómo percibe la evolución de la seguridad en su barrio, en su distrito y en su ciudad”.

Por su parte, Francisco Leal del Partido Verde señaló que su propuesta para frenar la violencia ciudadana es “la prevención del delito, que es tarea fundamental de la Policía. Esta será la política nacional para que alcaldes y gobernadores diseñen las medidas para sus ciudades. A esto le agregaremos la cooperación ciudadana, una directriz que nunca se ha formulado aquí.” En cuanto a las prioridades del Partido Verde Leal aseguró que combatir el alto número de homicidios es una y que “mejorar las cifras no se logra con represión, sino con políticas sociales, de educación, salud y ocupación para los jóvenes, ampliándoles las oportunidades”.

Sin embargo, estas propuestas no podrán comprobarse hasta que pasadas las elecciones uno de los dos partidos resulte elegido y mientras la violencia, esta vez la ejercida por la guerrilla, sigue golpeando al país. Un niño de cinco años murió en un ataque perpetrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contra un cuartel de la Policía cerca del municipio de Caldono, en el departamento del Cauca (suroeste), según informaron las autoridades locales.

El ataque se produjo el martes por la noche en la aldea de Siberia, donde rebeldes de las FARC lanzaron un artefacto explosivo de fabricación artesanal contra un cuartel de la Policía, pero que cayó en una vivienda provocando la muerte del menor, mientras su madre resultó gravemente herida.

“Han asesinado a un niño de cinco años y herido gravemente a su madre, una concejal”

, dijo el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo.

El departamento de Cauca (principalmente los municipios de Caldono y Caloto) es escenario a diario de combates entre rebeldes de las FARC y el Ejército colombiano.

De acuerdo con fuentes de seguridad, la región es estratégica para el tráfico de drogas y de armas, así como para el desplazamiento de columnas rebeldes entre el centro y el sudoeste del país.

Los indígenas de la zona, que se han declarado en resistencia civil en medio del conflicto,

denunciaron recientemente que están en medio del fuego cruzado de las FARC y los militares.

Por su parte, el Gobierno acusa a la guerrilla de utilizar a los nativos

y a la población civil como escudos para evitar la ofensiva de las Fuerzas Armadas.