Con el rumbo desviado

De estar tranquilo a empezar a inquietarse y tener que mirar, más de lo que podía presumirse, hacia lo que viene por abajo. Es el panorama actual de un Reina Yogur Clavijo que parecía haber encontrado el camino para asegurar la categoría -cuestión novedosa en las últimas temporadas- sin sufrimiento y que, después de dos derrotas, comienza a ofrecer dudas. Sí, otra vez. Porque este equipo tiene esa capacidad, la de desviarse cuando había logrado enderezar el rumbo. En este sentido, la derrota sufrida este miércoles ante Cat & Rest Clínica Ponferrada en el Palacio (duelo aplazado por casos de Covid en el cuadro berciano) por 86-94 demuestra que Jenaro Díaz -que cuenta con un integrante más en su cuerpo técnico, Gabo Loiza, y que será el director técnico de la academia de formación y tecnificación del club riojano- debe trabajar en la consistencia de los suyos. Quizá recuperar la intensidad defensiva y el juego físico que les permitió pasar de un horrendo 0-4 al, por ejemplo, 9-7, de hace unas semanas. En la actualidad es un 9-9 y una cuarta posición engañosa, ya que Ponferrada (9-6), Marbella e Innova Chef (9-8) tiene duelos pendientes, entre otros.

Los 53 puntos recibidos en los primeros veinte minutos fueron una losa insalvable. Ponferrada lo anotaba todo (en el primer cuarto 11 de 13 en tiros de campo), pero algo más podía haber hecho el cuadro logroñés. Sobre todo porque arrancó con energía, como le gusta al técnico asturiano. Con un 7-2 que invitaba al optimismo. Pero los visitantes rápidamente le dieron la vuelta con el 9-10. Pese a ello, el Reina Yogur Clavijo recuperó el mando con el 19-14 que después de un parcial de 0-8 en minuto y medio dio paso al 23-27 con el que se cerraron los primeros diez minutos de un baloncesto de ataque, donde los anfitriones apenas miraron al aro desde la larga distancia (apenas tres triples intentados).

Bamba, con 4 puntos seguidos, ampliaba la diferencia al 25-33. Lo que provocó un tiempo muerto para aclarar ideas. Parecía que Lobo entendió el mensaje, pero Ponferrada continuaba con su acierto, alguna cosa que otra fallaba, impidiendo la progresión de los locales pese a que iba a golpes y trataban de estabilizar la renta alrededor de los 8 puntos (31-40, 39-45). Entonces, los bercianos apretaron la marcha para coger la directa y sumar un 0-8 para irse al descanso con un 39-53 difícil de levantar.

La regañina en el vestuario surtió efecto con un 8-0 culminado con un mate del debutante Sakhniuk (pívot ucraniano que firmó 14 puntos y 7 rebotes) para arrimarse 47-53. Ponferrada no estaba dispuesto a echar a perder en unos minutos lo trabajado con anterioridad, así que recupero su inercia para el 49-59 mediado el cuarto. Sin embargo, los chicos de Jenaro Díaz estaban más decididos y prueba de ello fue otro parcial interesante de 6-0 que apretó el electrónico, 55-59.

El Reina Yogur Clavijo se volvía a meter en el partido y más allá del 60-69, los riojanos tuvieron la capacidad para irse al último cuarto con todo por decidir gracias al 64-70. Quizá el esfuerzo realizado en los únicos diez minutos en los que fue mejor que su rival pasó factura porque Ponferrada daba un paso de gigante con un parcial de 2-9 (66-79) en algo menos de tres minutos que obligaba a Jenaro Díaz a parar el choque porque se intuía que la victoria se escapaba del Palacio.

Pese a la charla, fue imposible. Ferrando, con dos tiros libres, mantenía esos 13 puntos arriba para los suyos, 71-84. Con 4 puntos seguidos quiso el conjunto local poner nervioso a su oponente, pero con algo más de un minuto, los bercianos confirmaron el triunfo, con el 77-90. Aún así, el Clavijo no bajó los brazos y en un último minuto eterno el 86-92 albergaba algún mínimo resquicio (apenas había tiempo material). Claro que Ponferrada no iba a ser tan iluso de dejarse enredar. Es más, incrementó el marcador, al 86-94. Más allá de la derrota, preocupa que los riojanos volvieran a las andadas con el número de balones perdidos (19 por 15 de su rival) y que fueran siempre a remolque en el rebote (cierto que durante la primera parte apenas hubo opciones, pero 23-30 final deja a las claras quién fue mejor en esa faceta). Entre lo positivo, siempre hay cosas que destacar, el acierto desde la personal, 17 de 17. Lobo (15 puntos), Shakniuk (14), Gómez y Ott (12) fueron los mejores anotadores locales, mientras que Casanova fue el que más puntos metió en el Palacio, 16.

Foto: Reina Yogur Clavijo