Control en las zonas de ocio de La Rioja Baja; drogas, armas blancas y 167 personas identificadas

La Guardia Civil de La Rioja, en coordinación con la Delegación del Gobierno en esta comunidad autónoma, continúa intensificando los dispositivos especiales para dar cumplimiento al “Plan Operativo de Respuesta Policial al Tráfico Minorista y Consumo de Drogas en Zonas, Lugares y Locales de Ocio y Diversión”.

En el último operativo, en el que participaron 26 agentes de seguridad ciudadana, apoyados por 18 agentes del Grupo de Reserva y Seguridad y por canes especializados en la búsqueda y localización de sustancias estupefacientes, se llevaron a cabo diversas actuaciones para prevenir alteraciones del orden, delitos contra el patrimonio y la venta de drogas. Asimismo, se realizaron intervenciones para localizar y requisar armas prohibidas e instrumentos peligrosos, con el objetivo de garantizar la convivencia y la seguridad ciudadana.

Durante estos cometidos, se identificó y/o controló a un total de 167 personas en bares, pubs, parques, descampados y vías de comunicación, además de 92 vehículos. En dos bares inspeccionados, uno en Autol y otro en Calahorra, los agentes incautaron un arma blanca y diversas cantidades de sustancias estupefacientes, principalmente hachís, marihuana, spped y metanfetamina teñida de color azul. Las diez personas que portaban estas sustancias han sido propuestas para sanción.

Además, en uno de los establecimientos inspeccionados se detectaron diversas irregularidades relacionadas con la licencia del local, el seguro y la máquina de tabaco. Como resultado, se tramitaron las correspondientes infracciones administrativas contra el responsable del establecimiento.

La Guardia Civil recuerda que la tenencia y el porte de armas blancas, así como la posesión y el consumo de sustancias estupefacientes en espacios públicos, están estrictamente prohibidos por la legislación vigente. Por ello, los agentes continúan reforzando los dispositivos de control y prevención para garantizar la seguridad ciudadana, con especial atención a las zonas de ocio y esparcimiento.

El incumplimiento de estas prohibiciones puede conllevar sanciones administrativas e, incluso, responsabilidades penales, dependiendo de la gravedad de los hechos.