El acuerdo de la OCM retrasa la liberalización de plantaciones
Los ministros de Agricultura comunitarios han pactado, después de tres días de duras negociaciones y “por mayoría cualificada” la revisión de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino, sobre una propuesta que ajusta la forma de apoyar al sector y que flexibiliza el proyecto inicial presentado por Bruselas.
La reforma plantea un plan para fomentar el arranque voluntario de 175.000 hectáreas de viñedo en las zonas menos competitivas, con una duración de tres años, lo que reduce las expectativas de abandono respecto a proyectos anteriores.
Además, la UE ha decidido aplazar hasta final de 2015 la liberalización del cultivo de viñedos, ahora restringido por los derechos de plantación, y ha acordado que algunos países puedan mantener tales limitaciones hasta finales de 2018.
La propuesta pactada por los ministros tiene entre sus principales concesiones el mantenimiento, durante cuatro años, de apoyos concedidos actualmente, como las destilaciones de crisis, las primas al mosto y también permite una ayuda para los productores que envíen su vino a industrias de licores o brandy.
En el caso de la llamada destilación de alcohol de uso de boca (usado para fabricar el brandy o los licores), el apoyo que se da ahora al destilador se podrá convertir en un pago al productor que entregue su vino a las destilerías y de esta forma no quedarán desabastecidos los fabricantes.
Pasados los cuatro años, las ayudas pasarán a ser un pago directo, por superficie o explotación, desligado totalmente de la producción, como ya se aplica en otros sectores. Todos estos apoyos los podrán conceder los Gobiernos a través de sus “sobres” o asignaciones nacionales.
En las propuestas iniciales Bruselas planteó suprimir tanto los apoyos a la destilación de crisis, las ayudas a la destilación de alcohol de uso de boca y las primas al mosto.
Asimismo, la destilación de crisis podrá aplicarse cuatro años, y en un quinto para “casos justificados” hasta un tope del 15% del sobre nacional.
Por otro lado, la propuesta aprobada ajusta los “sobres nacionales” para cada país y reduce la transferencia de fondos de la OCM a programas de desarrollo rural.
Además, la UE seguirá permitiendo el añadido de azúcar al vino o “chaptalización” en los países que hasta ahora utilizaban ese método.
LINEAS GENERALES DEL ACUERDO
Dotaciones financieras nacionales
Permitirán a los Estados miembros adaptar las medidas a su situación específica. Entre las medidas posibles se hallan las siguientes: la promoción en terceros países, la reestructuración o reconversión de viñedos, la modernización de la cadena productiva, el apoyo a la vendimia en verde y nuevas medidas de gestión de crisis.
Medidas de desarrollo rural
Se transferirá una parte de los recursos a medidas de desarrollo rural reservadas a las regiones productoras. Entre las medidas posibles se encuentran la instalación de jóvenes agricultores, la mejora de la comercialización, la formación profesional, el apoyo a las organizaciones de productores, las ayudas para hacer frente a los gastos adicionales generados por el mantenimiento de los paisajes culturales y a la renta perdida por este concepto, y la jubilación anticipada.
Derechos de plantación
Se eliminarán progresivamente de aquí a 2015, con la posibilidad de mantenerlos hasta el 2018 a escala nacional.
Desaparición progresiva de los regímenes de destilación
Se limitará a cuatro años la destilación de crisis, a discreción de los Estados miembros, hasta el final de la campaña de 2011/12, con unos gastos máximos del 20 % de la dotación financiera nacional el primer año, del 15 % el segundo, del 10 % el tercero y del 5 % el cuarto.
La destilación de alcohol de boca desaparecerá progresivamente, a lo largo de un período transitorio de cuatro años durante el cual se concederá una ayuda vinculada a la producción que, al término del período, será sustituida por el pago único por explotación. Los Estados miembros tendrán la posibilidad de exigir la destilación de los subproductos, financiándola con cargo a la dotación nacional y a un nivel notablemente inferior al actual, e integrando en esa financiación los gastos de recogida y transformación de los subproductos.
Introducción del pago único por explotación
Este pago único disociado será concedido a los productores de uva de vinificación a discreción de los Estados miembros y a todos los productores que arranquen sus viñas.
Régimen de arranque
Se establece un régimen de arranque voluntario, de tres años de duración, para una superficie total de 175 000 hectáreas y con una prima decreciente. Los Estados miembros podrán interrumpir el arranque de viñas cuando la superficie arrancada suponga el 8 % de la superficie vitícola total del Estado miembro o el 10 % de la superficie total de una región dada.
La Comisión podrá interrumpir el arranque cuando la superficie arrancada suponga el 15 % de la superficie vitícola total de un Estado miembro. Los Estados miembros también podrán restringir el arranque de viñas en montañas y en pendientes muy pronunciadas, así como por motivos medioambientales.
Prácticas enológicas
La potestad de aprobar prácticas enológicas nuevas o de modificar las existentes se transfiere a la Comisión, la cual evaluará las prácticas aceptadas por la OIV e incorporará algunas de ellas en la lista de prácticas enológicas aceptadas en la UE.
Mejores normas de etiquetado
El concepto de vinos de calidad de la UE se basará en vinos con Indicaciones Geográficas Protegidas y en vinos con Denominación de Origen Protegida. Se ampararán las políticas de calidad nacionales asentadas. Se simplificará el etiquetado, y así, por ejemplo, se permitirá indicar la variedad y la añada en los vinos de la UE que carezcan de indicación geográfica. Seguirá dándose protección a determinadas menciones tradicionales y a determinadas formas de botella.
Chaptalización
Seguirá estando permitida, si bien se reducen los niveles máximos de azúcar y mosto que pueden añadirse. Por razones climáticas excepcionales, los Estados miembros podrán pedir a la Comisión un aumento de esos niveles.
Ayudas para la utilización de mosto
Durante cuatro años, se podrán seguir concediendo estas ayudas en su forma actual. Una vez transcurrido este período transitorio, los gastos en concepto de ayuda al mosto se transformarán en pagos disociados a los productores de vino.
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