El Frente Polisario critica la postura de España en el conflicto de El Aaiún

El Aaiún sigue siendo el foco de atención de la comunidad internacional tras los últimos enfrentamientos entre las fuerzas marroquíes y los saharauis. La para muchos tercera parte implicada en el histórico conflicto, España, está recibiendo numerosas críticas por su reciente postura.

Así, el representante de la autoconstituida República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y del Frente Polisario ante Naciones Unidas, Amhed Bujari, ha lamentado que el gobierno español haya optado por “echar agua al fuego provocado por Marruecos” tras el reciente asalto militar y policial al campamento de protesta de El Aaiún.

“La postura del gobierno español ha sido muy rezagada, incluso respecto a la francesa, que es aliado de Marruecos”, afirmó Bujari, en declaraciones a Radio Nacional de España. “Nos hubiera gustado que España hubiera realzado el tono, la voz, para por lo menos venir en defensa de esta población”, manifestó.

Según el representante saharaui, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, “declaró que lo que hizo Marruecos en Sahara fue muy grave, pero yo no he oído ningún término, ningún calificativo por parte de la diplomacia española, que ha jugado a echarle agua al fuego provocado por Marruecos contra los saharauis”, prosiguió.

A juicio de Bujari, la ofensiva marroquí del pasado lunes contra el campamento de protesta de las afueras de El Aaiún y su posterior intervención en las calles de la capital del Sahara Occidental demuestran “que Marruecos no quiere una solución definitiva del conflicto”. “Espero que los acontecimientos hagan que la diplomacia española y francesa revisen una posición que, hasta ahora, no ayudaba a la paz”, declaró.

El representante del Polisario afirmó que la ofensiva marroquí “fue un acto deliberado que tuvo dos objetivos: medir la serenidad del Polisario y medir también hasta qué punto este proceso de negociación iba a resistir un asalto de esta forma”.

Mientras, tras los violentos sucesos, la calma parece haber vuelto a El Aaiún. En la zona la situación es “estable y normal”, ha asegurado el prefecto de la Policía de la capital del Sahara Occidental, Mohamed Dkhissi.

Petición al gobierno de Marruecos

Pese a las críticas, sigue en un segundo plano en el conflicto entre saharauis y marroquíes. La ministra española de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, de gira por América Latina, se ha pronunciado para solicitar al gobierno de Marruecos que permita la entrada de medios de comunicación en El Aaiún.

“Nosotros se lo hemos pedido al gobierno de Marruecos, y lo estamos pidiendo públicamente”, dijo Jiménez en unas declaraciones recogidas por Radio Nacional de España (RNE) desde América Latina.

“Vamos a ver en qué momento la situación en El Aaiún permite el que se pueda volver a una situación de cierta normalidad, que se pueda garantizar también la seguridad de las personas que allí se desplacen”, agregó en relación a la prohibición de Rabat de dejar entrar a la prensa internacional en la ciudad.

Los incidentes de los últimos días, que se desencadenaron tras el intento de la Policía marroquí de desalojar un campamento de manifestantes saharauis próximo a El Aaiún, han arrojado varios muertos y heridos, aunque las informaciones son confusas. La agencia de noticias oficial marroquí, MAP, informó de la existencia de ocho bajas en el cuerpo de seguridad, mientras que el Frente Polisario, cifró en once los saharauis muertos en estas protestas.

Preocupación desde Europa

Por su parte, la Comisión Europea ha expresado su preocupación por la “ola de violencia” en el Sahara Occidental, ha lamentado las víctimas mortales de los incidentes ocurridos en la ciudad de El Aaiún y ha pedido a todas las partes que mantengan la calma y eviten la violencia.

“La Unión Europea lamenta los incidentes mortales que se produjeron ayer en el territorio del Sahara Occidental. Estamos muy inquietos por la ola de violencia en el Sahara Occidental y seguimos muy de cerca los acontecimientos”

, ha dicho la portavoz de la Alta Representante para la Política Exterior, Catherine Ashton.