El nuevo Plan de Salud se propone atajar la mortalidad por enfermedades cardiovasculares
A pesar de la aparentemente imparable epidemia de obesidad y diabetes, que también afecta a la población riojana, las autoridades sanitarias creen que hay motivos para el optimismo en el área de salud cardiovascular, donde “la tasa de mortalidad por enfermedades circulatorias tiende al descenso”, según datos recopilados en el II Plan de Salud de la comunidad.
Si analizamos el periodo comprendido entre 1998 (año de aprobación del Plan de Salud) y 2006, el porcentaje de cambio ha sido de -12,79% en las mujeres (tasa de mortalidad por enfermedades del aparato circulatorio por 1.000 habitantes año 1998 de 3,44) y de -21,38% para los hombres (tasa de mortalidad por enfermedades del aparato circulatorio por 1.000 habitantes año1998 de 3,32).
Con todo, todavía son los males del aparto circulatorio la primera causa de mortalidad de la población riojana, al igual que en resto de regiones del mundo desarrollado. Sólo en Estados Unidos se ha observado una regresión de estas enfermedades, que por primera vez en años han sido la segunda causa de mortalidad en el país, por detrás del cáncer.
Para el total de la población de La Rioja las primeras causas de defunción por orden decreciente son las enfermedades del sistema circulatorio, los tumores, las enfermedades del sistema respiratorio, las enfermedades del sistema nervioso y las enfermedades del sistema digestivo.
El tumor maligno de pulmón es la principal causa específica de muerte en hombres con una tasa de 76 por 100.000 y la 18ª en las mujeres (10 por 10.000). Sin embargo en las mujeres, la primera causa de muerte son las enfermedades cerebrovasculares con una tasa de 98 por 100.000, que en los hombres ocupan el segundo lugar (73 por 100.000).
MEDIDAS
Para atajar estas enfermedades, el plan se traza el objetivo de detectar precozmente, desde Atención Primaria (en la consulta del médico de cabecera), la presencia de factores de riesgo cardiovascular, entre ellos los pacientes hipertensos y controlar, como mínimo, al 35 por ciento de ellos. Según la Sociedad Española de Hipertensión (SEH-LELHA), más de la mitad de los pacientes con hipertensión están sin diagnosticar y, después del diagnóstico, menos del 50 por ciento de ellos logra controlar debidamente sus valores de presión arterial.
Se establecen medidas similares para las dislipemias (alteraciones de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre) y los trastornos del metabolismo de la glucosa ('azúcar' en la sangre).
En cuanto a la atención para pacientes con enfermedad ya establecida, se crea de una comisión de cuidados de enfermería y un grupo de mejora que identifiquen, mesuren y atiendan las necesidades de dependencia o falta de autonomía que presentan las personas y sus grupos de apoyo para satisfacer las necesidades de la vida diaria, entre otras iniciativas.
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