El picor, tan malo como la enfermedad cardiovascular

Según los expertos en alergología, ejercer un tratamiento individualizado a los pacientes con urticaria beneficia el seguimiento y control de la enfermedad. En España, la urticaria es el tipo de enfermedad cutánea que con más frecuencia se observa en las consultas de alergología. Se estima que una de cada cinco personas podría padecer un episodio de urticaria a lo largo de su vida. El doctor Pere Gaig, jefe de la Unidad de Alergia del Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona explica que “el abordaje terapéutico de la urticaria crónica empieza con la búsqueda e identificación de posibles factores desencadenantes y la evitación de los mismos y tratar aquellos procesos o enfermedades asociadas que sean de tipo inflamatorio, autoinmune, infeccioso, etc. En todos los casos es muy importante la relación entre el médico y el paciente para explicarle que en muchas ocasiones no hay una causa responsable de sus síntomas y para proceder a una atención individualizada teniendo en cuenta la gran variabilidad de la gravedad y duración de la enfermedad”.

CALIDAD DE VIDA

Según el estudio ALERGOLOGICA, de todas las patologías vistas por el alergólogo, la urticaria es la enfermedad con mayor impacto en la calidad de vida y la que requiere más visitas a los servicios de urgencias.

“La percepción de la calidad de vida para los pacientes con urticaria es muy baja, similar a aquellos que han sufrido un síndrome coronario agudo”, explica el doctor Ramón Lleonart, alergólogo de la Unidad de Alergia del Hospital de Bellvitge de Barcelona.

“En gran parte, ello se debe a factores como deterioro del aspecto físico (lesiones cutáneas visibles), alteraciones en su vida social y diaria (falta de sueño, etc), duración de sus síntomas y la falta de una causa conocida. En este caso, la falta de un diagnóstico correcto les lleva a buscar una solución a su afección recurriendo a múltiples médicos: de asistencia primaria, servicios de urgencia, dermatólogos, alergólogos y, en ocasiones a medicinas alternativas”.

En ALERGOLOGICA también se recoge que la urticaria es “la enfermedad alérgica” que más bajas labores presenta y más afecta al rendimiento escolar. Así, el porcentaje de pacientes con urticaria que han faltado a su puesto de trabajo a lo largo de 2005 fue del 7,7%, -mientras que la muestra general por un problema de índole alérgica arroja un 5,1%-. La media de pérdida de trabajo fue de entre 15-22 días al año.

Este informe también registra que un 11% de los pacientes que acuden a una consulta de Alergología es como consecuencia de un episodio de urticaria, siendo la cuarta causa más frecuente de asistencia después de la rinitis, asma y alergia a medicamentos.

Esta enfermedad se manifiesta por la aparición de habones o ronchas en la piel y según su duración sea superior o inferior a 6 meses se clasifica como urticaria crónica o aguda respectivamente.

En función del diagnóstico y duración de esta enfermedad, la urticaria se divide en espontánea, crónica y aguda. Existen otros tipos como físicas –causadas por presión, frío o calor, vibración, luz solar, etc-; por contacto –alérgenos como látex, pólenes o epitelio de animales-; colinérgica –producida por elevación de temperatura corporal (esfuerzo, baño, etc.); acuágenica –por contacto con el agua y aquellas producida tras realizar ejercicio físico, principalmente.

“La urticaria aguda es la más frecuente en la población española. Se calcula que casi un 20% sufrirá algún episodio de urticaria a lo largo de su vida. Estas pueden ser de causa alérgica producidas por un mecanismo dependiente de la IgE frente a un alimento, medicamento, látex, anisakis, picadura de himenóptero, etc. ”, argumenta el doctor Lleonart.

Por su parte, la urticaria crónica tiene una prevalencia en la población adulta española del 0,6%. En estos casos un 80% de los pacientes tienen una urticaria crónica idiopática. Respecto al 20% restante, un 15% son de tipo físico y un 5% pertenece a otra causa. “Cada vez son más los estudios que indican que el origen de la urticaria crónica idiopática no está provocado por un mecanismo de hipersensibilidad sino más bien de una alteración de tipo autoinmune”, añade el doctor Lleonart.