El régimen cubano responde a EEUU

Las críticas internacionales contra el gobierno de Cuba han provocado la reacción de algunos medios de comunicación cubanos. La prensa estatal cubana ha respondido a las últimas declaraciones sobre el embargo que Estados Unidos mantiene sobre el país caribeño, realizadas por la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.

Según estos medios, es “cínico” que Clinton acuse a los hermanos Raúl y Fidel Castro de la medida de presión vigente desde hace casi medio siglo.

Clinton sostuvo durante una conferencia en la Universidad de Louisville que la respuesta de Cuba a los esfuerzos del Gobierno del presidente Barack Obama por mejorar la cooperación revelan un “régimen intransigente y atrincherado” que no está interesado en hacer reformas políticas ni en terminar con el aislamiento impuesto desde hace 48 años por el embargo económico de Washington.

Una columna leída este lunes en la emisora estatal cubana Radio Reloj, señaló que “si el cinismo necesitase una expresión que lo inmortalizara, la secretaria norteamericana de Estado acaba de expresarla”. De esta forma, Clinton habría mezclado “ignorancia y falsedades a granel” para sacar su propia lectura, según denunciaron los medios cubanos.

Por otro lado, desde las páginas del diario Granma, el régimen cubano se ha defendido de las críticas del secretario de Estado adjunto para América Latina de los Estados Unidos, Arturo Valenzuela, quien acusó a los gobiernos de la región de usar “discursos agresivos”, y del “surgimiento de militarismos excesivos y compras de armas”.

“Sobrarían esos elementos para exponer al mundo cuán cínicos son los funcionarios norteamericanos que, como Valenzuela, acusan a otros países pacíficos y libres, de lo que en realidad hace el imperio guerrerista y comprometido con el terrorismo”, afirman desde Granma.

Según el periódico cubano “el discurso 'pacifista' de Estados Unidos tiene su verdadera cara en el presupuesto del Pentágono, superior a los 730 000 millones de dólares para el año fiscal 2010, más el gasto suplementario que generan las guerras en Irak y Afganistán”.