El viaje de Pedraz a Iraq, preocupa a Justicia
Parece que a pesar de las trabas y el paso de los años, la investigación del conocido como Caso Couso, la muerte del cámara José Couso en Iraq en un ataque de las tropas estadounidenses contra el hotel Palestina, sigue adelante. Así, el juez de la Audiencia Nacional encargado del caso, Santiago Pedraz, ha decidido viajar próximamente al país centroasiático donde tuvo lugar el suceso, para inspeccionar el sitio exacto del tiroteo.
Sin embargo, esta decisión ha despertado gran inquietud en el Ministerio de Justicia, quien ha trasladado al magistrado su “altísima preocupación” ante lo que considera la falta de seguridad en la que pueda desarrollarse el viaje.
En un documento firmado por la directora general de Cooperación Jurídica Internacional, Aurora Mejía, se informa al juez de que el pasado 10 de enero el Ministerio de Exteriores y Cooperación reiteró al departamento de Justicia los riesgos de seguridad que presenta este viaje “toda vez que no existe un compromiso de colaboración por parte de las autoridades iraquíes y no se disponen de medios propios en aquel país para garantizar la seguridad personal de las 17 o 18 personas que finalmente van a constituir la delegación”.
Tras recibir esta información, Pedraz ha dictado una providencia en la que comunica a todas las partes que están personadas en el procedimiento de que su presencia en la diligencia de inspección ocular prevista en Iraq es “totalmente voluntaria”. Personalmente, el magistrado ha comunicado a una de sus funcionarias que no es necesaria su presencia en la delegación.
Esta voluntariedad afecta también a los cuatro testigos de la acusación, periodistas que se alojaban con Couso en el hotel Palestina, donde el cámara se encontraba el 8 de abril de 2003, donde recibió los disparos de los que se investiga si partieron de un tanque del Ejército de EEUU. Se trata de Jon Sistiaga, Olga Rodríguez, Carlos Hernández y Jesús Quiñonero.
El Ministerio de Justicia justifica su “preocupación” señalando que Exteriores aporta en su informe que, el día en el que está previsto el viaje, “el Tigris amanece con una densa niebla que no despeja hasta media mañana”, y aporta fotos de este fenómeno meteorológico en la zona.
Avances en la investigación
Por otro lado, la investigación sobre lo sucedido aquel 8 de abril de 2003 en el hotel Palestina sigue avanzando. Las últimas declaraciones de tres periodistas que estaban en el lugar de los hechos, Shakir Hamid Challab y Marwan Waleed Yousif (Abu Dhabi TV) y Rifaat Abdulelah Ibrahim (Al Jazeera TV), ante Pedraz aclaran que el tiroteo se produjo “sin que existiera un tiroteo previo”, según informaron fuentes jurídicas.
Por su parte, Rifaat Abdulelah Ibrahim se ha mostrado “absolutamente convencido” de que el proyectil que impactó contra el hotel en el que se alojaba la prensa internacional durante la toma de Bagdad partió de un tanque del Ejército de Estados Unidos.
Los periodistas, que han comparecido como testigos en la causa que instruye el juez Pedraz y en la que están procesados tres militares estadounidenses, han rebatido con su relato la versión del Ejército de EEUU, que justificó el ataque argumentando que el Palestina estaba tomado por francotiradores.
Los comparecientes han explicado que el día en que murió Couso se encontraban realizando una retransmisión en directo en el edificio que albergaba las sedes de Abu Dhabi TV y Al Jazeera TV, que recibió un primer ataque. Después se trasladaron hasta el hotel Palestina, al considerar que era un “lugar seguro” porque el Ejército de Estados Unidos sabía que el gobierno de Iraq había alojado allí a la prensa internacional.
Unos tres minutos después, según el relato de los periodistas, escucharon una fuerte explosión y vieron cómo salía humo de una de las plantas superiores del hotel y cómo caían multitud de cristales. Al rato observaron cómo los ocupantes del hotel evacuaban a un hombre ensangrentado en una manta que resultó ser Couso. En el ataque también murió el cámara de Reuters Taras Protsuyk.
También ha declarado ante el juez instructor el técnico de Abu Dhabi TV, Zeyad Sameer Ayoob, que ha señalado que presenció la primera explosión y después se escondió en el interior del edificio porque, según ha dicho, “tenía familia”.
En julio de 2010 Pedraz reabrió por segunda vez la causa por orden del Tribunal Supremo y ordenó la busca y captura del teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, todos ellos de nacionalidad estadounidense, por un delito contra la comunidad internacional, en concurso con un delito de homicidio.
Según sus resoluciones judiciales, De Camp fue la persona que “dio la orden directa de disparar” contra el hotel Palestina a pesar de que sabía se encontraba en una zona civil y era ocupado por periodistas. Wolford, por su parte, transmitió la orden y Gibson fue “quien materialmente efectuó el disparo” que mató a Couso y a Prtosyuk y provocó heridas graves a otros tres reporteros.
En julio pasado Pedraz pidió a la Comisaría General de Información, al Servicio de Información de la Guardia Civil y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que practicaran “las gestiones oportunas” para averiguar el paradero de los tres militares. Sin embargo, Interpol no ha tramitado todavía estas peticiones.
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