Estudian la reapertura del caso Enaitz

El fiscal delegado de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, y el fiscal superior de La Rioja, Juan Calparsoro, se han reunido hoy para estudiar la posible reapertura del caso judicial por el atropello del joven Enaitz Iriondo en 2004 en Castañares de Rioja.

En declaraciones a los periodistas antes del inicio de la reunión, Calparsoro ha dicho que su encuentro con el fiscal de Seguridad Vial le permitirá decidir si ordena la reapertura del caso o sigue practicando diligencias informativas, aunque, según ha señalado, espera llegar a una resolución “lo más rápido posible”.

“La reunión es compartir y que, de alguna manera, sea una decisión con todos los puntos de vista”, ha afirmado el fiscal de La Rioja, que ha insistido en que, en cualquier caso, “al final” será él quien tome la decisión de instar o no la reapertura del caso.

Calparsoro ha indicado que el anuncio se hará en La Rioja, pues es allí donde se están llevando a cabo las investigaciones.

Por su parte, Vargas ha señalado que, “como Calparsoro”, está “deseando” llegar a una determinación sobre si se reabre o no el caso, algo que, según ha indicado, se anunciará públicamente la próxima semana.

El atropello mortal de Enaitz Iriondo se remonta al 26 de agosto de 2004, cuando el joven, de 17 años y natural de Durango (Vizcaya), regresaba en bicicleta al cámping de Castañares de Rioja, donde se encontraba de vacaciones con sus padres.

Un mes después, el Juzgado de Haro (La Rioja) archivó las diligencias porque se consideró que el hecho no supuso una infracción penal.

En marzo de 2006, el conductor, Tomás Delgado, reclamó a los padres de Enaitz 20.000 euros en concepto de los daños ocasionados en su coche, un Audi A-8, y los gastos de alquiler de otro coche.

Pero, ante la presión social tras la aparición de los padres en diversos medios de comunicación, el pasado 31 de enero Delgado retiró la demanda y fue condenado a abonar las costas del juicio.

Delgado sostiene que Enaitz se saltó una señal de “stop” al incorporarse a la carretera, mientras los padres del joven aseguran que el conductor embistió a su hijo, circulaba a una velocidad superior a la permitida y superaba la tasa de alcoholemia vigente.

El fiscal de La Rioja se reunió el pasado viernes con el conductor, quien, según explicó Calparsoro, aseguró que estaba en “buen estado psicofísico” cuando ocurrió el accidente y ratificó su versión de que “el ciclista se le echó encima y no pudo hacer ninguna maniobra evasiva”.

En la reunión de hoy los fiscales han estudiado un informe aportado por Calparsoro, que incluye el testimonio del conductor, así como el nuevo atestado del atropello mortal de Enaitz, elaborado por la Unidad Central de Reconstrucción de Accidentes de la Dirección General de Tráfico.

Delgado, que se lamentó ante el fiscal de haber sido utilizado como “cabeza de turco” en este asunto, se podría enfrentar -si se reabre el caso- a una acusación de homicidio por imprudencia por el que se podría solicitar un pena de entre uno y cuatro años de prisión y de uno a seis años de privación del permiso de conducir.