Fallece el logroñés Enrique de la Lama, profesor emérito en la Universidad de Navarra
Enrique de la Lama, profesor emérito de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, falleció este jueves en Logroño a los 87 años. Sacerdote, doctor en Historia y en Teología, fue profesor de la Facultad de Teología desde 1982 hasta su jubilación en 2006, y subdirector de la revista Anuario de Historia de la Iglesia desde que se fundó en 1992.
Enrique Miguel de la Lama Cereceda nació en Logroño en 1936. Ingresó en el Seminario Conciliar de la diócesis de Calahorra donde cursó los estudios de Humanidades y de Filosofía hasta que, en 1955, se trasladó a la Universidad Pontificia de Comillas para completar sus estudios de Teología. Fue ordenado sacerdote en 1959 por el entonces nuncio de España Hildebrando Antoniutti y poco después pidió la admisión en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.
Fue formador y profesor en el Seminario menor y mayor de Logroño desde su ordenación sacerdotal hasta 1971, año en que se trasladó a Pamplona para culminar la licenciatura en Historia. En 1972 fue nombrado Consejero Eclesiástico de las Embajadas de España ante la Santa Sede y ante la Soberana Militar Orden de Malta (1972-1974), en Roma.
En 1982, y tras volver a Pamplona definitivamente después de unos años de trabajo ministerial en Bilbao, defendió la tesis doctoral en Historia, bajo la dirección del profesor Federico Suárez, y se incorporó como profesor a la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.
Enrique de la Lama compatibilizó su docencia e investigación con una intensa actividad pastoral, particularmente en el ámbito de los alumnos del recién comenzado Ciclo I de la Facultad de Teología, que vivían en el Colegio Mayor Albaizar y Echalar. El profesor César Izquierdo recuerda que son “varias docenas de sacerdotes desperdigados por esas tierras de Dios, algunos ya con responsabilidades importantes en sus diócesis, que, al calor de la palabra y del trato de este sacerdote enamorado de su vocación han recibido una formación profundamente humana, cristiana y sacerdotal”.
En 1986 defendió su segunda tesis, en este caso en la Facultad de Teología, especialidad de teología histórica, obteniendo el premio extraordinario de Doctorado. Desde la fundación del Anuario de Historia de la Iglesia, en 1992, y hasta su jubilación, el profesor de la Lama formó parte del Consejo de Redacción como subdirector.
0