Inicio prometedor de la Feria de Pelota de San Mateo

Partido raro. Así lo definían los primeros protagonistas de la Feria de la Pelota de San Mateo. Y es que este viernes nada era igual. Ni la ubicación (las Gaunas acogía por primera vez un Festival de Pelota profesional organizado por Aspe y Asegarce), ni el ambiente, flojo para tanta expectación creada (alrededor de unos 600 espectadores), ni la cancha (pulida, con mucho agarre al suelo y preparada para tal evento).

Pero lo cierto es que el mal día tampoco acompañó al espectáculo. La lluvia hizo mella en el primer día de feria aunque no es de preocupar porque se espera mucha más afluencia de público a partir del domingo, cuando comienzan los partidos puntuables de la Feria.

TITÍN III y GONZALEZ vs BENGOETXEA VI y Olaizola I, 22-17

Titin III-Gonzalez: 22Bengoetxea VI-Olaizola I: 17

Duración: 46’

Juego: 17’

Pelotazos: 419

Marcador: 0-1/1/1-4/4/4-6/6-9/7-10/10/12-10/12/17-12/17-14/18-14/19-17/22-17/

Titin: Saques 4; Dejadas 1; Aire 3; Cortadas 2; Atrás 2; Perdidos en ataque 3; perdidos 1

Gonzalez: 2 atrás; 5 perdidos

Bengoetxea: 4 aire; 2 cortadas; 2 faltas (fuera del cuadro cinco)

Olaizola: 2 atrás; 6 perdidos.

El primer partido de la Feria de San Mateo, que se celebró en las Gaunas, nos tenía preparado un duelo de delanteros, que resultó ser igualado y reñido. Comenzaron los azules yéndose en el marcador, con un Bengoetxea acertadísimo en los primeros cuadros, no tanto en los saques. Pero dos fallos consecutivos de su compañero provocaron el empate a 10. A partir de ahí los rojos se vinieron arriba.

Titín y González se situaron mejor en la cancha y se aprovecharon de esas faltas de saque. Destacar la labor de González que jugó buscando las alturas y no echó ninguna a rematar a Bengoetxea. Los azules seguían cometiendo fallos, sacando la pelota del cuadro cinco en varias ocasiones y de nuevo Olaizola, con tres consecutivos, hacía aumentar aún más la distancia en el luminoso en su contra (16-12). Por otra parte, Bengoetxea y Titín seguían protagonizando su duelo particular, inquietos en la delantera, no daban por perdido ni un tanto. Y mientras tanto sus parejas llevaban el peso del partido como si fueran zagueros. Finalmente la victoria se fue para el lado de los colorados, con un Titín muy animado, con muchas ganas de agradar a su público (consiguió ocho dianas).

El partido en esencia fue atípico, de muchos fallos, pero que dejó en las gradas buenas sensaciones. Se notó el ansia de ver pelota, el ansia de buenos partidos y las ganas de ver en acción a los grandes de este deporte.