Israel Melero y Josefina Fernández-Velilla, ganadores del tercer certamen ‘TransformARTE’
Israel Melero ha resultado ganador de la tercera edición de ‘TransformARTE’, un certamen nacional que, convocado por la Fundación Caja Rioja, ha premiado a aquellos artistas que han realizado sus obras con materiales reciclados. Su obra ‘El pájaro’ ha recibido el premio de 800 euros. El segundo premio, por su parte, ha recaído en la arnedana Josefina Fernández-Velilla Quiñones, ganadora del Certamen Zapatos Imposibles en su edición de 2008. Su obra ‘Globo terráqueo. Nuestra tierra’ ha obtenido 600 euros.
El jurado de esta tercera edición de ‘TransformaARTE’ ha estado formado por las pintoras Yolanda Simón y Cristina Sevilla, así como por Arturo Colina, director de la Fundación Caja Rioja. Los premios se entregarán el lunes 21 de junio a partir de las 19 horas en el Centro Cultural Caja Rioja de Arnedo.
‘El pájaro’, obra ganadora, está elaborada con varillas de hierro, cobre en filamentos, madera en listones, persiana, aperos de agricultura, alambre, escuadras y tornillos. Mediante el alambre y las escuadras se han ido articulando los materiales hasta formar una pieza que sugiere la figura de un ave.
Por su parte, el segundo premio consta de varias partes; la parte principal está formada por una esfera construida con los aros de dos viejos comportillos y los aros, a su vez, están unidos entre sí formando una esfera. Este globo giratorio está bordeado por unos sarmientos de vid a modo de semimeridiano.
Distribuidos por toda la esfera se encuentran los diferentes continentes que simulan los racimos de uva que cuelgan de nuestras cepas, todos ellos con diferente colorido emulando los distintos procesos de maduración de la uva. Estos se han realizado con restos de pieles. Los granos de uva han sido troquelados y recortados manualmente a la vez que pegados uno a uno entre sí para formar los continentes.
También están representadas de forma salteada las hojas de vid y sus pámpanos realizadas con recortes de piel, para que el contenido de la cepa tenga una dimensión más real al ser observada.
El eje central la compone una barra de hierro que soporta toda la obra y sirve para unir la parte principal con la base. Esta barra a su vez atraviesa longitudinalmente el tronco de una parra seca hasta llegar a la peana que sirve de sujeción.
La base está recubierta por unas hojas de periódico bañadas con tierra típica de nuestros parajes para simular los campos de nuestra región, donde crecen nuestras viñas. A los pies se han colocado unas botellas de vino añejo como muestra del buen vino que ha salido de esta cosecha.
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