Inaugurada la calle de La Estrella dedicada al antiguo párroco del barrio, Jesús Nalda Bretón

El alcalde de Logroño, Tomás Santos, inauguró hoy la calle de La Estrella dedicada al antiguo párroco del barrio, Jesús Nalda Bretón, tras su remodelación que ha llevado a cabo Construcciones José Martín, con un presupuesto de 87.500 euros.

La calle, paralela a Manantiales, estaba “en una situación lamentable, de deterioro, porque no había tenido atención durante mucho tiempo”, por lo que, entre otras actuaciones, se acometió su peatonalización y el arreglo del pavimento, levantado por las raíces de los árboles“.

De este modo, se ha acometido la peatonalización con una renovación integral de la red de saneamiento, luces, bancos y árboles. A ello se suma la remodelación, refuerzo y mejora del firme de las aceras, la colocación de nuevas papeleras, la señalización horizontal y vertical en las intersecciones y la conexión de los servicios con las calles transversales.

El área de actuación total ha sido de 850 metros cuadrados, con pavimento en aceras de hormigón impreso con tratamiento S/D, y con la colocación de nueve árboles de nueva plantación, siete farolas del modelo Logroño, 6 nuevos bancos y cinco papeleras. En esta calle, además, se encuentra la sede de la Asociación de Vecinos.

Por acuerdo de Junta de Gobierno Local, del pasado 9 de abril de 2010, se acordó denominar como calle Jesús Nalda Bretón, a este espacio situado entre calles Alameda y Cerezos, limitado por los bloques situados al sur de calle Manantiales y al norte de calle Cerezos.

Se decidió el nombre de Jesús Nalda (Nájera, 1922), ya que fue párroco en el barrio de la Estrella en la década de los años 60, “donde desarrolló una importante labor social y humanitaria” durante los 17 o 18 años que permanece allí.

Fue una persona “muy querida y recordada por su dedicación a las personas del barrio”, con las que realiza gran cantidad de actividades en épocas en las que no era lo habitual.

De carácter temperamental, pero muy cercano, supo transmitir su dedicación y entrega a la gente del barrio, y en especial a los niños, que lo recuerdan con cariño.

Una de sus grandes pasiones fue la música, en la que ha dejado huella con varias composiciones de canciones e himnos religiosos, como el Himno a Santiago Apóstol.