Logroño, tras la gran tormenta
Una espectacular tormenta de granizo rompió ayer el cielo de Logroño sobre las tres de la tarde. La piedra cayó con fuerza atronadora sobre la capital riojana durante poco más de un cuarto de hora, tiempo suficiente para anegar bajos comerciales, provocar cortes de luz en zonas como Siete Infantes de Lara y dejar sin semáforos en funcionamiento a más de media ciudad.
El tráfico se complicó , no sólo en el centro, sino también en las salida de la ciudad. Hasta dos accidentes por salida de vía de AP-68 se produjeron durante la tormenta.
Algunas calles, como la calle Norte, cortada desde la Fuente de Murrieta, y Avenida de La Paz, fueron especialmente castigadas. Prácticamente todos sus comerciantes se afanaron durante la tarde para sacar el agua de sus locales. En Duques de Nájera, la tromba de granizo provocó un corte de luz que ha afectado a más de cuatro mil ciudadanos de la zona, según Iberdrola, pero que más tarde fue subsanado.
En la Gran Vía, la gran cantidad de agua caída en poco rato hizo reventar unas bajantes. Como consecuencia, varias baldosas de los pilares de los soportales se desprendieron, por lo que la policía tuvo que acordonar el perímetro de la zona para evitar accidentes.
Fuentes de la Policía Local y Bomberos aseguraron haber recibido numerosos avisos desde que se iniciara la tormenta.
Fuera de la capital riojana, parece que, en principio, el granizo ha dado paso a la lluvia. Salvo los accesos a la Grajera, que sí presentaron algunas complicaciones y las localidades más cercanas a la capital como Lardero o Fuenmayor, el resto parece haberse salvado al menos, de momento, de la tormenta.
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