Los niños riojanos no se sienten diferentes a los niños inmigrantes

Nueve de cada diez escolares riojanos consideran que los niños de otras nacionalidades tienen sus mismas necesidades o que, aun siendo diferentes, están dispuestos a aprender mucho de ellos. Estas conclusiones se extraen del estudio 'Sumando valores: Bondad + Diálogo = Paz', realizado por Aldeas Infantiles SOS a un total de 152 niños y niñas riojanos y que se enmarca dentro de su programa educativo 'Los Valores desde Aldeas Infantiles SOS'.

El objetivo es mostrar el comportamiento y las percepciones de los más pequeños con respecto a estos valores.

En concreto, el 40 por ciento de los niños y niñas cree que sus compañeros de otras nacionalidades y culturas no difieren en cuanto a necesidades y exigencias, y un 46 por ciento percibe que son una fuente de la que extraer nuevos aprendizajes. Tan sólo un 11 por ciento los considera diferentes.

Según revela la encuesta llevada a cabo por Aldeas Infantiles SOS, los escolares riojanos piensan que usando la palabra y el diálogo es más fácil conseguir sus objetivos (80 por ciento de los encuestados) que si se enfadan o gritan para obtener lo que necesitan (17 por ciento).

De la misma manera, el 87 por ciento de los niños defiende que la buena conducta es necesaria para sentirse bien consigo mismo, aunque los niños en mayor medida (17 por ciento) que las niñas (3 por ciento) prefieren un regalo como motivación.

A pesar de ello, el 79 por ciento de los encuestados considera que su comportamiento es “generalmente malo” o “un poco malo”, frente a un 18 por ciento que reconoce portarse siempre bien (28 por ciento de niñas frente a un 4 por ciento de niños).

A la pregunta “¿Con quién eres más bondadoso?”, un 62 por ciento de los niños y niñas encuestado responde que son sus padres y abuelos los destinatarios de sus máximas atenciones. El 28 por ciento prefiere a sus amigos, seguido del medio ambiente (3 por ciento) ya sus profesores (4 por ciento).

Las personas necesitadas cobran especial relevancia cuando se trata de peticiones o deseos. A la hora de escribir la carta a los Reyes Magos, el 44 por ciento piensa en las personas más necesitadas, un 41 por ciento pide también regalos para los suyos, mientras que un 13 por ciento piensa en sí mismo y en sus pretensiones.

Casi la mitad de los pequeños, un 47 por ciento se siente más cómodo para dialogar con sus padres, mientras que un 25 por ciento prefiere a sus amigos y a sus abuelos (13 por ciento).

Tan sólo un 10 por ciento prefiere a sus profesores. Los padres son, para un 66 por ciento de la muestra estudiada, las personas que más esfuerzo hacen para conseguir una vida y un mundo mejores, seguidos de la Iglesia (13 por ciento), los políticos (12 por ciento) y los profesores (7 por ciento).

Cuando se trata de prestar ayuda a un compañero, el 46 por ciento la ofrece desinteresadamente y sin pedir nada a cambio, mientras que el 24 por ciento espera una contraprestación en el futuro. El 21 por ciento prefiere comentárselo a un adulto para que éste le ayude mejor a resolver el problema.