Luto por Lidia Gueiler, primera presidenta de Bolivia

Con 89 años y tras unos días en los que se apreciaba que su vida se iba apagando, la primera presidenta boliviana de su historia ha muerto este lunes en La Paz. La ex mandataria, nacida en Cochabamba, luchó por las libertades y los derechos democráticos de sus compatriotas. No en vano, su presidencia se fraguó entre dos dictaduras.

Ha sido la primera y única mujer que ha llegado a lo más alto de la política boliviana y fue durante toda su vida una luchadora de los derechos y de la igualdad de sexos, especialmente en las cuotas de poder. Su carrera comienza en 1948 cuando se une al Movimiento Nacionalista Revolucionario. En 1953 la acusaron del asesinato del presidente Víctor Paz Estenssoro al tiempo que fue diplomática en Alemania Occidental, Colombia y Venezuela.

Durante ocho años fue diputada nacional, en concreto entre 1956 y 1964. En 1979 se convirtió en presidenta de la Cámara de Diputados, año en que Alberto Natusch Busch dio un golpe de estado y derrocó a Wálter Guevara Arce. Durante quince días, éste se atrincheró en el Palacio Quemado.

En medio de la gran tensión generada por los golpistas, entre los que se contaban mililtares y civiles, se erigió la figura de Lidia Gueiler como la representante máxima de la resistencia boliviana a una dictadura. Y, ella, presidenta de la Cámara de Diputados, asumió la Primera Magistratura de la Nación en medio del júbilo de la población.

Las duras medidas económicas que implantó en el país dieron al traste con su presidencia en medio de una ola de atentados terroristas en La Paz. Entonces se sucedió un nuevo golpe a manos de Arce Gómez, que obligó a la Presidenta a firmar una carta de renuncia a cambio de salvar su vida y exiliarse.

Lydia Gueiler se exilió y pasó con su vida política al anonimato convertida en todo un símbolo de la democracia. Para el recuerdo queda su frase de “El pueblo boliviano es maravilloso”.