Mil riojanos con discapacidad intelectual consiguen el derecho al voto
No entienden por qué, si tienen su propio criterio, no pueden votar como el resto de la gente. Esta semana su reivindicación ha sido, por fin, escuchada, y las personas con discapacidad intelectual que han sido incapacitadas podrán ejercer su derecho al voto. El Congreso ha aprobado la toma en consideración de una Proposición No de Ley para reformar la normativa y conseguir así que estas personas puedan votar, lo que afecta a 1.009 riojanos con discapacidad intelectual, enfermedad mental o daño cognitivo.
Esta semana en Plena Inclusión La Rioja están de celebración. No es para menos, llevaban desde 2011 reivindicando lo que se se ha conseguido este martes. “Hay gente a la que le gusta mucho la política, están puestos al día y su ilusión es votar”, explica la gerente de este colectivo, Silvia Andrés.
¿Por qué una persona con criterio propio tiene que depender de otra persona para votar?
Se trata de una iniciativa que la Asamblea de Madrid ha llevado al Congreso y que ha obtenido 341 votos a favor y ninguna abstención ni voto en contra. Supondrá suspender dos apartados de la normativa, uno el que elimina el derecho a sufragio a los declarados incapaces en virtud de sentencia judicial firme y otro para los internados en hospital psiquiátrico.
Y es que cuando una persona con discapacidad está internada o ha sido incapacitada por sentencia judicial, ya no puede votar. Hay familias que deciden incapacitar a un familiar con discapacidad para protegerlo de posibles estafas, pero con ello no quieren privarle de su derecho al voto. Además, España ratificó en 2008 la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU que recoge el derecho a voto para estas personas.
Sentencias de incapacidad a medida para las personas con discapacidad intelectual
“Hay gente con sentencias muy antiguas de incapacidad total. Pedimos que esa sentencia no te incapacite para todo, sino que sea a medida, protegiendo donde tenga que proteger pero no privando de un derecho”, explica Andrés. “Votar o no debe ser una decisión personal, no lo puede marcar una sentencia”, añade.
El siguiente paso será lograr una mayor accesibilidad cognitiva, eliminando las barreras que dificultan la comprensión del voto en los colegios electorales, como la identificación de papeletas, la indicación de los espacios o la ubicación de las listas del censo. Se trata, en definitiva, de hacer la política más accesible para todos.
0