Muere Norman E. Borlaug
El premio Nobel de la Paz, Norman E. Borlaug, reconocido como eje de la “revolución verde” en la agricultura que permitió mejorar los cultivos y reducir significativamente el hambre a nivel global, falleció este sábado a los 95 años de edad en la ciudad texana de Dallas debido a un cáncer, según confirmó una portavoz de la Universidad A&M de Texas, Kathleen Phillips, a la cadena CNN.
Borlaug fue galardonado con el Nobel de la Paz en 1970 “por sus contribuciones a la 'revolución verde' que está teniendo un gran impacto en la producción de alimentos, en particular en Asia y América Latina”, según palabras del propio Comité Nobel Noruego. En un libro de Billy Woodward se asegura incluso que el trabajo de Borlaug permitió salvar 245 millones de vidas.
Comenzó su carrera docente en la Universidad A&M de Texas en 1984, después de trabajar en investigación en un programa de lucha contra el hambre en México, y desde entonces viajó por todo el mundo difundiendo técnicas científicas hortícolas y estratégicas de política alimentaria.
“En los países privilegiados comemos al menos tres veces al día y damos por seguro que tendremos alimentos. Ha habido grandes avances y los alimentos están distribuidos de una forma más equitativa, pero el hambre es algo común y la hambruna surge demasiado a menudo”, afirmó el propio Borlaug en una reciente entrevista publicada en la web de su universidad.
Borlaug también recibió la Medalla Presidencial de la Libertad en 1977 y la Medalla de Oro del Congreso en 2006. El instituto de estudios agrícolas de la universidad fue bautizado con su nombre en ese mismo año. Asimismo, Borlaug es el padre del Premio Mundial de la Alimentación, destinado a científicos y humanistas que hayan trabajado combatiendo el hambre mediante investigaciones en agricultura.
También el Programa Mundial de Alimentos (PAM), indicó a través de un comunicado firmado por su directora, Josette Sheeran, que Borlaug “ha salvado más vidas que ningún otro hombre en la historia de la Humanidad”.
“Su total devoción para acabar con el hambre revolucionó la seguridad alimentaria para millones de personas y para muchos países. Su corazón era tan grande como su brillante cerebro, pero fue su pasión y compasión la que movió el mundo. Le agradecemos que haya sido nuestro gran campeón en la batalla contra el hambre”, explica el el PAM en su comunicado.
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