Multitudinaria manifestación en Chile por la educación pública

Cien mil estudiantes chilenos (60.000 según fuentes gubernamentales) han salido a la calle este jueves en Santiago y en otros grandes centros del país para “recuperar la educación para el pueblo”, como bien resumía una pancarta naranja que resaltaba en el medio de la marcha. Estudiantes, pero también profesores, padres, personal escolar o simples familias han protagonizado la que muchas agencias locales señalan como “la más grande concentración desde que acabó la dictadura de Pinochet”, es decir de los últimos veinte años.

La manifestación había sido convocada por la Confederación de estudiantes de Chile y el Colegio de Profesores, y ha tenido el respaldo de varios sindicatos de trabajadores y varios miembro del Parlamento. Justamente en frentes del palacio de la Moneda, sede de esta institución, se ha concluido la manifestación con fuerte enfrentamientos entre policías y manifestantes, 200 de los cuales han sido detenidos.

Los representantes del gobierno han informado que abrirán el diálogo solo cuando se bajará el tono de las protestas.

A través de asambleas, jornadas informativas, organización en portales web y redes sociales, estos colectivos han hecho oír su voz a menudo en los últimos meses, para protestar en contra de una educación que está produciendo altos niveles de desigualdad en el país.

Son muchos los analistas chilenos que desde las columnas de la prensa o a través de estudios señalan que la educación nacional ha venido siguiendo la orientación de los mercados desde el fin de la dictadura, llegando al punto que “las instituciones supuestamente públicas operan bajo las reglas de la mercantilización”, señalan desde los colectivos organizadores.

Lo que algunos de los grupos proponen es que se nacionalice el mercado de recursos como el cobre para poder financiar la educación pública, como se hizo durante el Gobierno de Salvador Allende.

“Si es que algún día queremos transformarnos en un país desarrollado y democrático, el sistema educativo chileno necesita cambios urgentes”, señala Marco Kremerman, investigador de la fundación SOL de Chile. Como subraya un estudio de la fundación, el sistema de educación chileno sigue basándose sobre un plan de 1981, un paquete de medidas aprobado en plena dictadura que “permitió y alentó la creación de escuelas particulares que podían recibir subvención del estado”.

Gracias a ello, si en 1981 el 78 por ciento de los estudiantes se matriculaban en escuelas municipales, en 2009 lo hacía solo el el 42 por ciento. Además, en el sistema escolar en general, solo 1 de cada 5 estudia en instituciones estatales. De esta manera, señala el estudio de la fundación, las escuelas públicas “se transforman en reformatorios que agrupan quienes no son seleccionados en otras escuelas o no tienen dinero para pagar”.