No pudo ser
El resultado del primer cuarto, 18 a 22 para las riojanas, permitía intuir que el quipo riojano tendría posibilidades de iniciar la segunda vuelta con victoria y que el marcador viajaría hacia altas anotaciones. Lástima que Las Gaunas se atascara quedándose en 72 puntos mientras el Cafés Aitona siguió viaje hasta el 91 que se reflejaba en el electrónico al final del encuentro.
Se iniciaba la segunda vuelta para las riojanas visitando a un equipo al que se había derrotado por la mínima en casa, 56 a 55 en el primer partido de la competición. Ya desde el inicio se podía adivinar que en San Sebastian el partido sería muy diferente. Los dos equipo empezaron el cuarto demostrando que estaban mucho más rodados, sobre todo en ataque, y que pronto superarían los escaso puntos del partido de la primera vuelta. El primer cuarto estuvo marcado por la igualdad y la alternancia en el dominio en el marcador. El acierto en los tiros de las riojanas, tres triples y un 100% en los tiros libres, permitía acabar este cuarto con un esperanzador 18 a 22 para las visitantes.
Sin embargo la dinámica de partido ofensivo se volvería pronto en contra de las riojanas. Continuaron manteniéndose por delante durante los primeros minutos del segundo cuarto, 20 a 25, e incluso llegando al 25 a 32 en la mitad del mismo; en ese momento se dió el primer gran atasco de las logroñesas que permitió un 15 – 0 para las locales que lograban remontar así hasta situarse por encima, 40 a 32. Una canasta y un triple de las riojanas les hizo recuperar la estela con un abierto 40 a 37 al descanso. Sin embargo ya se adivinaba que la apuesta ofensiva del partido, difícilmente podría seguir manteniéndose por las riojanas, 15 puntos en este cuarto. A la vuelta del vestuario se mantuvieron las escasas diferencias para las guipuzcoanas que duraron hasta el momento en que un triple local acercaba el marcador a la diferencia psicológica de los diez puntos, 52 a 43. Los triples fueron los triples fundamentales en este cuarto para las riojanas, pero en el aspecto negativo; si en los cuartos anteriores (tres en cada uno de los dos primeros) mantuvieron el nivel anotador, en éste supusieron lo contrario (0 de 5). Este desacierto hacía que pronto se superaran los diez puntos de diferencia, llegando hasta el 59 a 45. Por suerte para las riojanas el desacierto en el triple era compensado por un alto porcentaje en tiros de dos y el 7 de 9 en tiros libres. A pesar de ello, la tendencia ya iniciada en el segundo cuarto se mantenía con solo 12 puntos totales en este cuarto. Sin embargo las locales mantenían el ritmo de más de 20 por cuarto y se distanciaban hasta el 61 a 49.
Las dinámicas se mantuvieron. El equipo local salió con la confianza que daban las diferencias en el marcador y subió el nivel de acierto. Inició el último cuarto con dos triples casi consecutivos y se escapó hasta el 69 a 51. Ante la dificultad de parar las muñecas calientes del rival, el equipo visitante intentó compensarlo volviendo al acierto en los tiros desde todas las posiciones (3 de 3 en tiros de dos y otros tres triples). Sin embargo eso solo servía para mantener unas difíciles diferencias cercanas a los quince puntos. Así, pese a los 23 puntos de las riojanas, las rivales entraban en un festival de acierto ofensivo para irse a los 30 puntos en este cuarto y al 91 final. El 91 a 72 para las donostiarras permite que igualen las diez victorias de las riojanas.
Por suerte para las riojanas después de las dos difíciles salidas consecutivas, vuelven en la siguiente jornada al abrigo del polideportivo Espartero con la tranquilidad que otorga saber que no se ha perdido ni un solo partido en casa durante la primera vuelta.
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