UGT advierte del descenso del récord de la contratación indefinida

El desempleo descendió en La Rioja el último mes en 239 personas, una cifra inferior a la registrada en junio de 2009, pero similar a los valores de descenso propios del inicio del verano. De hecho, el sector servicios registra la mayor bajada del paro, con 236 personas menos, seguido por los sectores de industria (-163) y construcción (-116). Por el contrario, continúa aumentando el número de jóvenes en desempleo, enmarcados en su mayoría en el apartado ‘sin empleo anterior’, cuyos valores de paro vuelven a aumentar en 114 personas.

Es decir, La Rioja cuenta con 2.220 parados más que hace un año y 10.000 más que hace dos. Unas cifras inaceptables que, a la vista de las ineficaces medidas adoptadas y de la vulnerabilidad demostrada por el tejido empresarial riojano, seguirá incrementándose sin remedio.

Si bien estas cifras no tienen aún relación directa con el decreto de reforma laboral, comienzan a comprobarse algunas de las consecuencias directas que contraerá en materia de contratación indefinida. En junio, esta tipología de contratación ha batido récord negativo al descender hasta el 6%. Es decir, sólo 6 de cada 100 contratos formalizados en el mes de junio fueron indefinidos, la cifra más baja registrada –con la única excepción de agosto de 2009, que se situó en valores similares-.

Es decir, la reforma laboral no sólo no creará ni un solo puesto de trabajo, sino que tampoco acabará con la dualidad del mercado de trabajo, puesto que reactivará la contratación temporal. En toco caso, acabará con ella a favor de la contratación eventual y sin derechos.

Y a todo ello se suma la especial facilidad que concede la reforma a las empresas para despedir a los trabajadores –tanto temporales como indefinidos- así como el recorte de las indemnizaciones y el intento de hacer caja con los desempleados introduciendo en la intermediación laboral a las agencias privadas de colocación.

En definitiva, no es la tan reclamada reforma laboral la que va a crear empleo. De hecho, tras la entrada en vigor del decreto, y a la espera de su tramitación como ley, es probable que se produzca un freno en la contratación, a la espera de las condiciones definitivas que marque la ley.

Y no sólo eso: el plan de ajuste y los recortes de gasto introducidos en el decreto del 20 de mayo, de medidas urgentes para paliar el déficit, lograrán un freno a la recuperación económica que hace unos meses parecía atisbarse.