Los escraches, los insultos en Twitter y el asesinato de Carrasco (según ABC y El Mundo)

Los diarios ABC y El Mundo mezclan en sus editoriales de este martes el asesinato de la presidenta de la Diputación de León con los escraches o las críticas a los políticos en redes sociales. En el texto, titulado “Carrasco, un crimen sin disculpa”, el diario señala que “la deslegitimación de los políticos se ha puesto de moda y ha extendido el argumento subliminal de que todo vale contra ellos, desde un insulto a través de las redes sociales a un acoso a domicilio”. Por todo ello, ABC considera que “el debate más oportuno que podría suscitar este lamentable asesinato apunta en sentido muy distinto: el de la exposición permanente de la clase política a un juicio público en el que se le atribuye la responsabilidad directa de todos los males que sufre el país”.

El rotativo dirigido por Bieito Rubido concluye llamando a los partidos a responder contra este crimen “como lo que es, un delito atroz” porque “sin dramatizar ni exagerar, es el momento de prevenir sobre el efecto de emulación que tienen episodios de este tipo en personas desesperadas por su situación económica o laboral”, algo que ejemplifica con los suicidios por desahucio.

Por su parte, El Mundo dedica su tercer editorial al asesinato de Isabel Carrasco. Bajo el titular “Un ambiente hostil que no ayuda a la convivencia”, el periódico dirigido por Casimiro García-Abadillo señala que el asesinato se produce en un ambiente de “creciente animadversión hacia los miembros de la clase política”. “Donde antes había respeto o indiferencia se reproducen ahora escenas de violencia”, explica el texto.

El Mundo cree que “abucheos, insultos, escraches e intentos de agresión” son síntomas de un malestar que “de no combatirse a tiempo puede degenerar en situaciones que pongan en riesgo la convivencia”. “No queremos decir que ésta haya sido la causa del crimen, pero sí hay que constatar que este caldo de cultivo contribuye a erosionar la relación con unos políticos a los que se ve ahora como enemigos”, concluye.