El Consistorio madrileño ha calificado como “casos puntuales” la presencia de ratas en Carabanchel, después de recibir las denuncias de vecinos que han alertado sobre la aparición de roedores en distintas calles del distrito. Así lo ha asegurado la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma Romero, durante una visita a los trabajos de asfaltado en la calle de Espronceda este miércoles.
Romero ha explicado que la situación está “controlada ya por Madrid Salud” y ha señalado como posible causa que en el entorno del Metro de Oporto “se estaba alimentando a unas palomas”, lo que podría haber provocado la proliferación de ratas en el entorno. “Esperemos que los vecinos de Carabanchel vayan a la normalidad lo antes posible”, ha añadido.
Sin embargo, los avisos vecinales se han repetido en las últimas semanas. Madrid Salud, la entidad municipal encargada del control sanitario, ha recibido varias comunicaciones alertando de la presencia de roedores en puntos como las calles Águeda Díez, Parra y General Ricardos, además de la glorieta del Valle de Oro.
Después de llevar a cabo las inspecciones necesarias, el Ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida vinculó el origen de estos focos a dos inmuebles concretos: el antiguo centro ocupacional Magerit y un palacete abandonado también ubicado en General Ricardos. Ambos edificios, actualmente sin uso, habrían favorecido las condiciones para la aparición de ratas.
Ante esta situación, Madrid Salud ha iniciado un tratamiento rodenticida en el alcantarillado de la zona. Este procedimiento, habitual en el control de plagas urbanas, consiste en la aplicación de productos químicos específicos para erradicar a los roedores desde los puntos donde suelen establecerse sus madrigueras.
Por su parte, la Junta Municipal del Distrito de Carabanchel también ha intervenido solicitando a los propietarios de los inmuebles afectados que tomaran medidas de limpieza. En al menos uno de ellos se ha confirmado ya el desbroce y saneamiento del espacio, paso previo imprescindible para llevar a cabo una desratización completa.