EMT Madrid reconvierte las baterías eléctricas usadas de sus autobuses en acumuladores de energía

Somos Madrid

16 de diciembre de 2025 16:13 h

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La Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT Madrid), en colaboración con Iberdrola e Irizar e-mobility, han desarrollado un proyecto de reutilización de baterías eléctricas en segundo ciclo de vida en su Centro de Operaciones de Fuencarral. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha visitado este martes el centro, donde ha explicado que van a dar una segunda vida a las baterías que ya no son aptas para su uso en los autobuses de la EMT por “una reducción en su capacidad de almacenamiento”, y ha añadido que esta iniciativa se enmarca dentro de la estrategia de electrificación de la EMT Madrid.

Para conseguirlo, en primer lugar se retira la batería gastada y se colocan en los acumuladores, que se llenan de electricidad durante la noche, cuando más barato es el consumo energético. Los autobuses pueden recargarse en esa acumulación de energía barata que almacenan las baterías usadas, dándoles una segunda vida.

El proyecto, además de ofrecer una solución práctica y económica a la carga de baterías, contribuye significativamente a la sostenibilidad ambiental y a la economía circular: extender la vida útil de las baterías supone reducir la necesidad de fabricar nuevas, disminuyendo el uso de determinadas materias primas y reduciendo su impacto ambiental y social. 

Las baterías son un componente esencial de los autobuses eléctricos, ya que almacenan la energía eléctrica que necesita el motor para mover el vehículo y, por tanto, su autonomía depende, en gran medida, del estado de la batería. Además las baterías han de ser recargadas de forma constante y para ello se someten a ciclos de recarga diarios, lo que va mermando poco a poco su capacidad de almacenamiento para su uso como batería de tracción, lo que obliga a sustituirlas para garantizar niveles óptimos de carga del autobús.

Las baterías duran entre siete u ocho años, y por tanto, con este proyecto piloto, se resuelve “un problema medioambiental y de costes”, ha destacado el delegado. Por otro lado, aún está por definir la vida útil de la segunda vida de las baterías, aunque Carabante ha afirmado en declaraciones recogidas por Europa Press que si en siete u ocho años ha perdido el 20%, “por poco almacenaje que tenga siempre va a tener algo de capacidad”.

“Con esta segunda vida de las baterías cumplimos varias condiciones, primero la economía circular, porque damos una nueva vida a una batería que sería desechada y convertida en residuo y, por otro lado, ahorramos dinero porque esta acumulación de energía se va a hacer en las horas que sea más barato el consumo de energía, en horario nocturno”, ha destallado Carabante.

Proyecto piloto en tres autobuses

Según ha explicado el delegado, esta primera iniciativa se ha desarrollado con tres autobuses de la EMT que van a estar circulando por las calles de Madrid, y ha destacado que la electrificación en la empresa municipal de transporte es “ya una política que no tiene freno”.

En este sentido, Carabante ha desgranado que los autobuses que el Ayuntamiento de Madrid adquiere actualmente son eléctricos. “El 25% de toda la flota ya es eléctrica, un total de casi 500 autobuses eléctricos, que nos convierte en la segunda ciudad de Europa con más autobuses electrificados por detrás de Berlín”, ha subrayado.

Iberdrola, como socio energético de este proyecto, que se enmarca en el programa Perte VEC, ha trabajado con EMT Madrid en la especificación técnica y la validación en campo del prototipo, con el objetivo final de “reducir costes y mejorar su eficiencia mediante la optimización de la batería”. Por su parte, Irizar e-mobility, como socio estratégico, ha diseñado y desarrollado el contenedor de almacenamiento de energía de segunda vida de baterías.

El jefe de División de Coordinación de Proyectos en la EMT de Madrid, Roberto Corchero, ha explicado que en caso de un apagón o de desconexión de la red, un almacenamiento de energías puede ser “un sistema de contingencia muy útil” a la hora de tener esa energía almacenada que en caso de esta desconexión va a seguir en las baterías, acabará de nuevo en los autobuses y se podrá recargar en el momento que la corriente se restaure.

Esta recarga eléctrica de baterías se ampliará a otros centros de operaciones de la EMT como al centro de La Elipa, que va a ser “el centro electrificado más grande del mundo”, ha asegurado Carabante.

El delegado ha relatado que el centro tendrá granjas de placas fotovoltaicas que capten la energía que se puede acumular en esas baterías para darles una segunda vida, y poder alimentar esos autobuses, siendo la Empresa Municipal de Transportes, “el primer sitio donde se hace de toda Europa”.

La electrificación de la flota y la adaptación de los centros de operaciones para esta electrificación ocupan “un papel central” en la descarbonización del transporte público en Madrid, EMT Madrid cuenta en la actualidad con 452 autobuses eléctricos, así como con 410 puntos de recarga (250 pantógrafos y 160 cargadores por enchufe) repartidos en sus centros de operaciones de Carabanchel, Fuencarral, Entrevías y Sanchinarro.

Además, para que esta electrificación tenga lugar “en condiciones óptimas tanto económicas como medioambientales”, EMT Madrid desarrolla en su Centro de Operaciones de Fuencarral “un sistema de carga eléctrica inteligente digital de autobuses eléctricos que permita una recarga más eficiente, sostenible y 100% automatizada”.

Esta recarga funciona para 20 autobuses eléctricos conectados, con la finalidad de “maximizar la carga minimizando la potencia empleada y optimizando el uso de la electricidad durante los distintos periodos tarifarios”. Los primeros autobuses eléctricos son aproximadamente del 2019 y ahora, y a lo largo de los próximos siete años irán entrando autobuses a una media de 20-25 vehículos al año, llegando a un total de 100 autobuses electrificados, ha anunciado Carabante.