Tetuán aprueba difundir los valores de su vivienda popular, aunque asume que ya está protegida

El pasado 3 de diciembre el Grupo Municipal Socialista presentó, en el Pleno Ordinario de la junta de Distrito de Tetuán, una proposición “relativa a los edificios de ladrillo”. Hacía una breve descripción elogiosa de la arquitectura popular con aparejo de ladrillo como “testimonio de los orígenes” de Tetuán. La introducción de la proposición hace breve inventario del neomudéjar popular decimonónico, las casas bajas, colonias, casas adosadas o, más concretamente, las casas construidas por la Constructora Benéfica de Concepción Arenal, de 1872.

A continuación, el tesxto añadía una coletilla: “es de suponer que esta riqueza arquitectónica está catalogada en su totalidad en alguno de sus máximos niveles de protección, al objeto de impedir su demolición y facilitar su mantenimiento a través de la rehabilitación”.

Entendiendo, pues, que sus valores arquitectónicos, patrimoniales y paisajísticos ya están debidamente salvaguardados, lo que pedía la proposición es que se pongan en valor, “organizando, a través de los centros de cultura de Tetuán, cuando la situación de la pandemia lo facilite, seminarios y visitas guiadas culturales sobre la historia y composición arquitectónica de los edificios citados. Se edite una guía explicativa y fotográfica donde figuren los edificios de estas características para conocimiento de los vecinos del distrito”.

La roposición no precisó de debate en el transcurso del Pleno dado que, con antelación, la mayoría los grupos representados –PP, Cs, PSOE y Más Madrid– habían acordado votar a favor de la misma.

En la presentación de la propuesta por parte del Grupo Municipal Socialista, se insistió en que “están todos en los niveles de protección que deben tener, por lo menos en la parte de la fachada”, citando también, aunque sin entrar en ello, la necesidad de “evitar ciertas actuaciones de especulación urbanística”.

No obstante, distintos especialistas –urbanistas e historiadores– consultados por este medio contradicen la mayor, y dicen que hay una parte importante del caserío histórico de las antiguas periferias madrileñas fuera de catálogo y en deplorables condiciones de conservación.