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Renault también se pasa al hidrógeno en sus furgonetas Kangoo y Master

La versión de hidrógeno de la furgoneta Renault Master.

Motor

Hasta ahora sabíamos del interés por el hidrógeno como fuente de propulsión de marcas entre las que destacan Toyota y Hyundai, pero no había trascendido demasiado del trabajo de Renault en este terreno. Hoy, la firma francesa ha desvelado que tiene casi ultimadas las versiones de pila de combustible de dos de sus vehículos comerciales, el Kangoo y el Master, que se comercializarán, el primero, a finales de este año y el segundo, antes del verano de 2020.

La tecnología se viene desarrollando desde 2014 en colaboración con Symbio, filial del Grupo Michelin, y permitirá dotar a los Master y Kangoo Z. E. Hydrogen de una potencia eléctrica y térmica de 10 kW y una autonomía (pendiente de homologación WLTP) de 350 y 370 kilómetros, respectivamente, por los 120 y 230 kilómetros que ofrecen las correspondientes versiones eléctricas, conocidas como Z. E. a secas. Otra ventaja fundamental es que el tiempo para una recarga completa se sitúa entre los 5 y 10 minutos (en 5 minutos se ganan unos 150 kilómetros).

El comunicado de Renault señala que la pila de combustible de ambos modelos se ha concebido como una especie de range extender que puede integrarse en un vehículo eléctrico o en cualquier otro medio de transporte y que, en este caso, se instala en los Kangoo y Master Z. E. a modo de complemento para ampliar la autonomía y facilitar así la vida a los profesionales del reparto. Et violà, de este modo nacen los Kangoo y Master Z. E. Hydrogen.

La idea es que tanto la batería como la pila de hidrógeno proporcionen al vehículo la energía eléctrica que necesita para moverse. La pila arranca automáticamente (y el conductor puede hacerlo manualmente) cuando el nivel de carga de la batería está al 80%, con el fin de mantenerlo o recargarlo poco a poco en las paradas. Si baja del 2%, es posible utilizar solo el hidrógeno, para llegar suavemente a destino si esto es posible.

Cuando la batería se vacía por completo, la pila permite recargarla o “hacer las veces de borne de carga”, indica la marca del rombo, con lo que el repartidor cuenta con mayor margen para decidir cuándo y dónde recarga la furgoneta. Cabe señalar también que con esta solución las condiciones meteorológicas, en especial el frío intenso, tienen menos impacto, ya que el hidrógeno almacenado no se ve afectado por la temperatura ambiente.

El Kangoo Z. E. Hydrogen llevará un tanque de hidrógeno de 74 kilos y una pila de combustible de 10 kW (5 de origen eléctrico y 5 de origen térmico) que le otorga un máximo de 29,7 kWh, a los que se suman los 30 kWh de la batería del sistema eléctrico. La misma tecnología da al Master, que incorpora dos depósitos de 53 kilos cada uno, 56 kWh adicionales que, en su caso, se añaden a los 33 kWh de la batería. Ninguno de los vehículos merma en su capacidad de carga por la integración de los tanques de hidrógeno, pero sí ganan peso: 110 y 200 kilos, respectivamente.

Calentar la cabina sin pérdida de autonomía

Un beneficio añadido de estas versiones guarda relación con el hecho de que la pila de combustible de hidrógeno, al emitir calor, permite calentar la cabina sin pérdida de autonomía. El calor producido de manera natural se reutiliza entonces en el sistema de calefacción del habitáculo y contribuye a mantener la temperatura de la batería y aumentar sus prestaciones en invierno. Una bomba de calor suele presentar limitaciones entre -5 y -10 grados, mientras que la pila de hidrógeno y sus 5 kW de potencia térmica permiten templar la cabina incluso con frío extremo.

Renault anuncia que el Kangoo Z. E. Hydrogen costará en Francia 48.300 euros, sin contar impuestos ni descontar las ayudas gubernamentales. El fabricante considera que, aunque la pila de combustible aún no es una tecnología totalmente madura y accesible para la mayoría ni procede en muchos casos de fuentes renovables, su desarrollo es complementario a la que usa exclusivamente baterías, sobre todo si se trata de flotas de empresa, usos intensivos y vehículos pesados. Para ello, el país vecino dispone de 26 de las 125 hidrogeneras disponibles ahora mismo en Europa. Las pocas que existen en España no están abiertas al público, por lo que de momento modelos como los presentados tendrán poco recorrido en nuestro mercado.

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