Infiniti Q60, elegancia y discreción
El fabricante japonés Infiniti ha introducido recientemente en el mercado español su nuevo Q60 con la misma discreción de la que hizo gala al presentarlo por primera vez al público, aún como prototipo, en el Salón de Detroit de 2015.
La discreción, entendida en la mejor de sus acepciones, es también el rasgo más sobresaliente de este modelo deportivo que llama la atención no por su exuberancia sino por su incuestionable estilo.
La elegancia empieza por el exterior, en este caso una carrocería que dispone de dos tonos base (negro y blanco) y otros ocho colores metalizados como el precioso rojo carmín de la unidad que hemos tenido la oportunidad de probar. Nada mejor para realzar un bonito vestido que unos zapatos a la altura, que son aquí unas llantas de 19 pulgadas de serie.
El Q60 está disponible ahora con dos motores de gasolina, un 3.0 V6 biturbo de 405 caballos y, como versión de acceso a la gama, un 2.0 turbo de 211 caballos. Ambos sustituyen al bloque 3.7 V6 de 320 CV que era la única opción mecánica existente hasta ahora.
En el caso del 2.0t, se trata de una posibilidad muy interesante de poseer un vehículo que se sale de lo convencional y que, con un precio de 48.400 euros en el acabado Premium (el menos abundante, pero aun así completo), resulta 5.000 euros más barato que el antiguo V6. Es el mismo motor de origen Mercedes que monta, por ejemplo, la Clase A y va asociado a una caja de cambios automática de convertidor de par y siete velocidades, con tracción al eje trasero.
No podemos esperar aceleraciones fulgurantes de un conjunto que no es ligero (casi 1.650 kilos en vacío) pero que en ningún caso resulta lento. De hecho, el buen aislamiento del interior provoca en los pasajeros la sensación de que circulan más despacio de lo que en realidad lo hacen. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, cifra relativamente brillante, pasa de 80 a 120 km/h en menos de 6 y, sobre todo, consume unos razonables 8,5 litros como promedio.
Como reflejo del afán de mesura que define al coche, el motor 2.0t se caracteriza ante todo por el refinamiento, lo que, como hemos visto, lo hace más frugal y utilizable a diario. Quizá la discreción del sonido del escape sea decepcionante para un amante de los deportivos rabiosos, pero no creemos que el comprador de un modelo como este pueda figurar en dicha categoría.
El conductor del Q60 disfrutará más bien de su rodadura confortable y silenciosa en vías rápidas, y en las lentas, de la facilidad con que cambia de trayectoria y del escaso cabeceo del tren delantero, todo ello secundado por un cambio que, sin ser excesivamente rápido al transmitir lo que se le solicita, funciona con extraordinaria suavidad.
Sin ser el último grito en diseño, el interior del nuevo modelo de Infiniti parece emplear materiales de calidad y estar bien rematado. Lo más chocante es la presencia en la consola de dos pantallas, una de 8“ para el navegador y la radio y otra de 7” con la que se maneja el ordenador de viaje, el climatizador y diversas apps compatibles con teléfonos inteligentes.