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BYD Seal, contundente respuesta al Tesla Model 3

La estampa del BYD Seal es proporcionada y atractiva.

Pedro Urteaga

Aunque todavía poco conocida en nuestro país, la marca china BYD es el mayor fabricante mundial de vehículos enchufables -híbridos enchufables y eléctricos- y el segundo en ventas de eléctricos puros por detrás de Tesla. Es cuestión de tiempo que el público español se vaya familiarizando con este gigante del automóvil, que entretanto ha tomado ya posiciones con una oferta que en un año abarca ya seis modelos.

Uno de los recién llegados es el Seal, una berlina eléctrica de corte deportivo que, como cualquiera puede suponer, tiene en el punto de mira a un modelo con prácticamente el mismo ADN que arrasa en el mundo, el Tesla Model 3. Hablamos de un coche de 4,80 metros de longitud y 2,92 m de distancia entre ejes que dan lugar a un habitáculo muy espacioso, que exhibe una línea -muy atractiva a nuestro parecer- que conjuga músculo y elegancia y que destaca por su nivel de prestaciones y autonomía.

En el mercado español se han puesto a la venta dos variantes del Seal, ambas provistas de una batería de 82,5 kWh de capacidad. La denominada Design lleva un solo motor eléctrico de 313 caballos y tracción trasera; la otra, que se llama Excellence-AWD, cuenta con dos motores, uno por eje, que suman 530 CV y ofrecen tracción total. La primera acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y la segunda, en solo 3,8 segundos, cifra esta última que debe de enorgullecer mucho a la marca ya que ha decidido destacarla en el portón trasero bajo el nombre del modelo.

La versión Design dispone de una autonomía homologada de 570 kilómetros en ciclo combinado WLTP. La Excellence, que acaba de pasar por nuestras manos, llega a los 520 km teóricos y, en conducción real, supera los 400 km. Todo ello es posible por un consumo de energía que no supera por mucho los 18,2 kWh/100 km oficiales, aunque no podemos ser más precisos al respecto porque el ordenador de viaje del Seal, como el de otros modelos de BYD, no da valores más que de los últimos 50 km recorridos.

La batería del Seal admite hasta 11 kW de potencia en corriente alterna y 150 kW en corriente continua. En este último caso, necesita 26 minutos para pasar del 30% al 80% de su capacidad.

BYD ha querido otorgar a su berlina un comportamiento claramente deportivo que no desluzca ante el de su principal competidor. De ahí que la haya equipado con la tecnología Cell to Body, que integra la batería en la estructura misma del vehículo y, además, aporta relevantes ventajas en seguridad, rigidez torsional y aprovechamiento del espacio interior, además de permitir rebajar la altura del coche unos 15 milímetros y mejorar en general su dinamismo.

En la misma dirección reman la suspensión independiente de paralelogramo deformable escogida para el eje delantero y la multibrazo de cinco brazos ubicada en el trasero. La versión Excellence-AWD añade amortiguadores adaptativos y un sistema de distribución inteligente del par motor de nuevo desarrollo. Con todos estos mimbres, el Seal presenta una pisada y un comportamiento en carretera de muchos quilates, aparte de un rendimiento deslumbrante en esta variante de 530 CV.

Amplio y vistoso

Del interior nos quedamos con la amplitud en todas las plazas, especialmente generosa en las traseras debido al suelo completamente plano, y con una terminación no solo esmerada, sino también vistosa. En las dos versiones del modelo son de serie los asientos de cuero de tipo baquet, el pequeño pomo de la palanca del cambio hecho de cristal, un equipo de sonido con 12 altavoces y la pantalla central de 15,6 pulgadas, giratoria como es marca de la casa.

Al igual que en otros eléctricos, en este encontramos dos zonas de carga, la del maletero convencional, aquí con 400 litros de capacidad, y la del compartimento bajo el capó, que añade 53 litros y se antoja ideal para transportar los cables de carga.

El Seal comparte con muchos modelos actuales, y con el Model 3 en particular, la elección de una pantalla central gigantesca que, además, agrupa la mayor parte de las funciones del vehículo. Esto último es algo contra lo que ha advertido recientemente la propia organización Euro NCAP, dispuesta a penalizar en el futuro a aquellos modelos que insistan en seguir por estos derroteros.

No podemos dejar de dar la razón al organismo puesto que no es nada seguro, por ejemplo, tener que navegar por el menú del climatizador cuando necesitamos activar el desempañado de la luneta trasera mientras conducimos. Lo lógico es disponer de un botón bien visible para el conductor, sin ir más lejos como el que tiene el mismo Seal en la consola central para realizar la misma operación en el cristal delantero.

El equipamiento del modelo chino incluye bomba de calor, llantas de 19 pulgadas y dispositivos tecnológicos como el asistente de voz Hi BYD, actualizaciones remotas, acceso NFC y llave inteligente, cámaras 360 grados, Spotify, conectividad 4G, radio digital y Android Auto o Apple CarPlay, este último por cable. La variante Excellence-AWD agrega la suspensión semiactiva y el head-up display.

Para que cada cual haga sus cuentas y comparaciones, el Seal cuesta 46.990 euros en versión Design y solo 2.000 euros más, esto es, 48.990 euros en la Excellence-AWD, mucho más potente y con tracción a las cuatro ruedas. Como es bien sabido, ambas cifras pueden rebajarse acogiéndose a las ayudas del Plan Moves III.

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