La octava generación del Golf se estrenará con cinco versiones híbridas
Cada presentación de un nuevo Golf es un acto con el que Volkswagen consigue despertar una notable expectación. El mítico modelo compacto, del que se han vendido más de 35 millones de unidades en todo el mundo, alcanza ahora su octava generación, que no destaca por lo rompedor de su línea, como ya es costumbre en la marca de Wolfsburg (¿para qué cambiar lo que funciona?), pero sí por las novedades que atañen, entre otros, a sus sistemas de propulsión.
El Golf llegará al mercado español en febrero con cinco versiones híbridas diferentes, tres de ellas mild hybrid y dos híbridas enchufables. Las primeras, que se llamarán eTSI, equipan un sistema de accionamiento por correa de arranque-alternador, una batería de iones de litio de 48V y la última generación de los motores de gasolina TSI. Estarán disponibles en tres niveles de potencia (110, 130 y 150 CV) y permiten reducir el consumo un 10%, según el ciclo de pruebas WLTP, además de contar en España con el distintivo ECO de la DGT.
En cuanto a los híbridos enchufables, que se denominarán eHybrid y lucirán la etiqueta Cero, existirá una variante enfocada especialmente a la autonomía que rendirá 204 CV y otra más de prestaciones, la GTE, que entrega 245 CV y sustituye a la versión del mismo nombre que se ofrecía hasta ahora. El sistema híbrido incluye en este caso un motor TSI 1.4 y una batería de 13 kWh gracias a la cual el coche puede recorrer cerca de 60 kilómetros en modo eléctrico, con el fin de que la mayoría de los trayectos cotidianos por ciudad se realicen sin emisiones.
El nuevo GTE lleva un tren de rodaje deportivo y una larga serie de elementos distintivos tanto en el exterior como en el interior, entre ellos unos asientos más racing con reposacabezas integrados y pedales de acero inoxidable.
Desparece el e-Golf para dejar hueco al nuevo ID.3
Esta oferta de motores híbridos llega en paralelo a la desaparición de la versión enteramente eléctrica, el e-Golf, en favor del nuevo y flamante modelo de baterías ID.3, presentado recientemente, que se construirá ya sobre la plataforma modular eléctrica MEB del Grupo Volkswagen, mientras que el Golf 8 utiliza la clásica MQB.
El renovado compacto alemán estará a la venta también con propulsores de gasolina (TSI), diésel (TDI) y de gas natural comprimido (GNC) de entre 110 y 150 caballos. Las versiones TSI rebajan su gasto de carburante merced a un novedoso proceso de combustión y las TDI emplean dos catalizadores SCR -esto es, una doble inyección del aditivo de urea AdBlue- para reducir hasta un 80% las emisiones de NOx, además de ver reducido su consumo hasta un 17% respecto a las actuales.
En el Golf 8 embarca instrumentación completamente digital y novedosos gadgets como la llave integrada en el teléfono móvil o el asistente integrado Alexa. Es, además, el primer Volkswagen en integrar la tecnología Car2X, que conecta al vehículo con su entorno, es decir, tanto con la infraestructura como con otros automóviles equipados con los mismos sistemas. Gracias a ella, el conductor recibe a través de una pantalla las señales de la infraestructura de tráfico y de los demás coches a distancias de hasta 800 metros. La información que circula trata sobre: accidentes, vehículos averiados, atascos, obras en la calzada, frenadas bruscas en las cercanías y vehículos de emergencia en la vía.
En el nuevo Golf encontramos también la función Travel Assist, un asistente que opera hasta 210 km/h y evita al conductor ocuparse de la dirección, la aceleración o el frenado del coche, aunque por razones legales y de seguridad está obligado a supervisar la operación en todo momento y a mantener al menos una mano en el volante. Este dispositivo aúna el trabajo del control de velocidad adaptativo, para lo que concierne al guiado longitudinal, y del sistema de aviso de salida de carril para garantizar que el vehículo se mantiene centrado en la vía mientras circula.
