Resultados previsibles, “primera vuelta” de las generales y una izquierda “desnortada”: la victoria del PP en la Región de Murcia

Fernando López Miras obtuvo en la noche del domingo los mejores resultados del PP en la Región de Murcia desde 2011, le dio la vuelta a la ajustada victoria del PSOE de los comicios de 2019 y dejó de ostentar el título de único barón del PP al frente de una comunidad que no había ganado unas elecciones. Se quedó cerca de la mayoría absoluta, quizás alcanzó la mayoría “necesaria” que estuvo reclamando durante toda la campaña a su electorado para intentar gobernar en solitario y sin necesidad de tejer alianzas con Vox y sacó 21 diputados, 5 más que en 2019, aglutinando un 10% más de los votos que entonces. El partido de la ultraderecha también celebró este domingo sus resultados. El partido que dirige en la Región José Ángel Antelo ha doblado su presencia en la Asamblea Regional, pasando de 4 a 9 diputados, mientras que Ciudadanos perdió a sus 6 escaños del Parlamento autonómico.

El PSOE de Pepe Vélez ha pasado de los 17 diputados de 2019 a 13, perdiendo 7 puntos (ha pasado de aglutinar un 32,4 por ciento de los votos a un 25,5 por ciento) respecto a los resultados de Diego Conesa en las pasadas elecciones. La derrota se ha sentido también en los municipios, donde han pasado de gobernar en 25 ayuntamientos en la pasada legislatura, a menos de 10.

“No seré ni complaciente ni conformista: los escaños obtenidos no se corresponden con nuestras aspiraciones, debemos analizar con detenimiento qué tenemos que hacer para que el PSOE sea la palanca de cambio en esta Región”, dijo este domingo Pepe Vélez. “Es evidente que nuestra alternativa de cambio no ha convencido a la mayoría, los socialistas tenemos que seguir trabajando para ganarnos la confianza de quienes hoy no nos han votado. El PSOE es un partido de gobierno que siempre sale a ganar las elecciones”, añadió.

Una primera vuelta de las generales

“Los resultados eran bastante previsibles, y muy clavados con lo que habíamos publicado en los últimos sondeos”, señala Juan José García Escribano, director del Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP), en declaraciones a elDiario.es, quien añade que “el resultado de la noche electoral ha sido un reflejo de la valoración cada más positiva que había en la Región del líder del PP, Fernando López Miras, y la cada más negativa de la alternativa que representaba Pepe Vélez”. Sin embargo, la caída de los socialistas murcianos “ha sido mayor incluso de lo que habíamos estimado, les ha penalizado la desunión de la izquierda a la izquierda del PSOE, y esa imagen desnortada que han dado”.

En especial en los municipios, indica Escribano: “Es verdad que Podemos ha mantenido sus dos escaños en la Asamblea Regional, pero han perdido mucha representación en los municipios, incluido el capitalino, ha sido una derrota de la izquierda en toda regla que exigirá un proceso de reflexión”. En cuanto a la campaña electoral, valora, ha sido en clave nacional, “una primera vuelta de las generales y ahora con la convocatoria de elecciones de Pedro Sánchez vamos a una segunda vuelta”.

Un pacto “explícito” de PP y Vox podría penalizar

El director del CEMOP analiza que, aunque el PP tendrá que negociar con Vox para gobernar en momentos puntuales en la Asamblea y para la constitución de algunos ayuntamientos, “se van a resistir bastante porque las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y alcanzar pactos explícitos les puede penalizar y movilizar a ese voto de izquierdas que se ha quedado en casa estas elecciones, porque los 40.000 votos que ha perdido el PSOE no se han ido ni a Vox ni al PP”. Lo más “lógico” es que Vox se abstenga en la Asamblea. Pero el partido de ultraderecha, por su parte, querrá hacer valer los 9 escaños conseguidos en la Asamblea y su irrupción en 14 nuevos municipios de la Región, además de los 21 en los que ya estaba presente.

“Feijóo sigue insistiendo en que gobierne la lista más votada; eso podría llevar al PSOE a gobernar, por ejemplo, en Extremadura y, en la Región, municipios como Torres de Cotillas o Molina de Segura”, afirma una fuente a elDiario.es que prefiere no identificarse.

El PP regional tendrá que alcanzar a un acuerdo de investidura con Vox y se tendrán que acelerar los pactos porque no pueden llegar al 23 de julio, fecha elegida por Pedro Sánchez para adelantar las elecciones generales, sin haber formado los gobiernos. “Así que Vox tendrá que rebajar sus exigencias y habrá que hacer acuerdos de mínimos para facilitar la gobernabilidad; vamos a tener en paralelo una campaña electoral y esas negociaciones para las investiduras que, en el caso de la Región, se podría materializar con la abstención de Vox en la Asamblea Regional a cambio de quizás la presidencia del Parlamento y más poder en los municipios grandes como Cartagena, Lorca o Molina, donde el PP necesita el concurso de Vox para formar gobiernos”.

Las negociaciones “más duras” se van a dar en estas dos próximas semanas, hasta el 17 de junio, que es cuando tienen que constituirse los gobiernos municipales.

La desmovilización de la izquierda y la digestión de la derrota

El politólogo Francisco Javier Carvajal insiste en cómo ha castigado al PSOE la desmovilización del voto de izquierda a su izquierda, “les ha arrastrado el hundimiento de su socio en el panorama nacional, a lo que hay que sumar que ni su candidato regional ni su candidato a la alcaldía de Murcia tenían electorado suficiente para alentar la participación”. Gran parte de los votantes de izquierdas “se quedaron en casa este domingo, y aunque los resultados del PSOE no han sido buenos, los de Podemos han sido peores”.

La Región ha sido de las “pocas” donde han conseguido mantener “intacta” su presencia en la Asamblea Regional porque “tienen un electorado consolidado, pero han perdido representación en las grandes ciudades como Murcia o Cartagena”.

La crisis en el PSOE regional “va ser una digestión interrupta porque no es momento de plantearse una nueva dirección y todo debate interno tendrá que aplazarse hasta después del verano a no ser que haya otra orden diferente desde Ferraz”. La convocatoria de elecciones generales “frena todo debate interno y tampoco podrán dirimirse las fricciones que hayan podido surgir por la derrota”.