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Los árboles ganan a los coches en Pamplona: la movilización vecinal para el primer proyecto de la alcaldesa Ibarrola

Vecinos del segundo ensanche de Pamplona en una de las concentraciones de protesta contra el parking.

Rodrigo Saiz

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Tras semanas de protestas y movilizaciones, los vecinos y comerciantes del segundo Ensanche de Pamplona, uno de los bastiones de UPN en la capital navarra, han logrado paralizar, tan solo una semana después del comienzo de las obras, el primer proyecto de Cristina Ibarrola (UPN) como alcaldesa de la ciudad: un parking subterráneo de 13.000 metros cuadrados y un presupuesto de 14 millones de euros que iba a acabar con medio centenar de árboles, 35 se iban a talar y once iban a ser trasplantados en una de las calles de Pamplona donde se registran las temperaturas más altas de la ciudad, según un estudio reciente. Esta vez los árboles han ganado a los coches. “¡Aplaudámonos! ¡El barrio ha hablado, la obra se ha parado!”, han cantado esta tarde decenas de personas en la plaza de la Cruz, donde estaban ya preparadas las obras.

Ibarrola ha anunciado en una rueda de prensa, por la mañana, la “suspensión temporal” de las obras para iniciar la búsqueda de un “apoyo vecinal y político” al proyecto que ha centrado las críticas de la oposición municipal las últimas semanas por el descontento generado en el barrio afectado, donde los comerciantes habían alertado del riesgo del cese de su actividad por la afección de las obras, que estaba previsto que duraran 22 meses.

El proyecto, el primero que iba a impulsar la nueva alcaldesa de Pamplona, venía en realidad heredado del anterior equipo de Gobierno, también del partido regionalista, pero en coalición con el PP y Ciudadanos bajo la marca de Navarra Suma -ya disuelta- y liderado por Enrique Maya. El parking, proyectado en la Calle Sangüesa de la Plaza de la Cruz con una superficie de 13.000 metros cuadrados tendría una capacidad para 346 coches y 45 motocicletas contaba con un presupuesto de 13,7 millones de euros, de los que 2,57 millones los ponía el Ayuntamiento de Pamplona para la reurbanización de la plaza y de las calles adyacentes. El grueso del coste lo asumía la empresa adjudicataria del contrato construcción y de uso del parking, Agrupación Propietarios Garajes calle Sangüesa.

Las plazas tendrían un coste de unos 32.000 euros, en el caso de las de los coches, y de 1.500 para moto con una concesión por periodo de 75 años. Según los últimos datos facilitados por el Consistorio se habían reservado hasta la fecha 175 plazas de coche y 25 de moto.

Desde que se conocieron los destalles de la obra, que implicaba la tala de 35 árboles y el trasplante de otros once, así como afecciones en negocios del barrio y un instituto por las obras, los vecinos comenzaron a movilizarse con protestas que se han ido intensificando con el paso de los días. A través de la plataforma NoparkingEz se han organizado concentraciones de protesta y se han recogido firmas para la paralización del proyecto.

“El impacto ambiental que supone para el barrio es inasumible y se está actuando de forma inadmisible, promoviendo este proyecto de forma unilateral, sin aprobar el PEAU del segundo Ensanche, sin proceso participativo alguno en un asunto cuestionado por el vecindario, comerciantes y asociaciones”, denunciaban desde esta asociación.

También los grupos de la oposición en el Ayuntamiento, salvo el PP, es decir, EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin han reclamado la suspensión de las obras hasta que se encontrase un “consenso” vecinal e incluso presentaron un recurso judicial. La propia alcaldesa ha acusado al principal grupo de la oposición, EH Bildu, de “alentar” las protestas contra las obras para “amedrentar” a los trabajadores y de “crear un clima violento que no se puede tolerar”.

La paralización de las obras no suponen en ningún caso que el proyecto no vaya a seguir adelante, según ha informado este jueves Cristina Ibarrola, quien ha apuntado que el plan se va a someter ahora a consulta y debate con el resto de grupos municipales para intentar lograr una solución con el “suficiente respaldo” para acometer los trabajos de reurbanización de la plaza de la Cruz, que era la parte que financiaba el Ayuntamiento. Ibarrola ha indicado que es una decisión “muy meditada” dado que ante la falta de apoyo no se dispone de “la garantía de completar” este proyecto. Así, ha destacado que el consistorio va a “seguir escuchando atentamente a la gente de la zona” y ha emplazado a los demás grupos municipales a que “den un paso adelante y sean constructivos en la búsqueda de una solución a la reurbanización de la Plaza de la Cruz y al problema de aparcamiento de esta zona”.

La alcaldesa considera que la plaza necesita una actuación urbanística “urgente”. El proyecto de reurbanización “generaba un espacio más atractivo, más amable, más seguro, con menos tráfico y más sostenible”. En este sentido, ha señalado que en la zona “se han incrementado los atestados policiales y existe una percepción de inseguridad”. El proyecto, además, busca “revitalizar el comercio y la hostelería de la zona”.

“Si la alcaldesa tiene los oídos abiertos ya tiene la respuesta sobre lo que demanda el vecindario”, ha señalado uno de los vecinos que se han concentrado este jueves en la Plaza de la Cruz para reclamar que se mantenga como hasta ahora, para lo que han recabado miles de firmas y la adhesión de hasta 200 comercios y negocios del barrio.

En la plaza se había instalado un “retén” permanente para evitar la tala. También se había decorado una caseta de obra con dibujos e imágenes de árboles de otras ciudades y con un listado de adhesiones, entre las que sobresalían las del cineasta Montxo Armendariz o la de la propia Tita Cervera. En la movilización de este jueves, ya con sabor a victoria, han acudido jóvenes y mayores, comerciantes y vecinos, hombres y mujeres. Se han felicitado por el trabajo realizado con carteles, redes sociales y otras reivindicaciones.

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