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“Mamá, ¿qué es ser de izquierdas?”

Mamá, ¿qué es ser de izquierdas?

Ana Requena Aguilar

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“Mamá, ¿qué es ser de izquierdas?”. Conforme avanzas en eso de la maternidad, comprendes varias cosas. Una de ellas es que eso de ser madre consiste, entre otras cosas, en hacerse muchas preguntas, pero también en responder a muchas otras. Pueden ir de las cosas más sencillas a las más trascendentales: los dinosaurios, Dios, la justicia, la pizza, los mocos, el amor, el fútbol, los aviones, tus colores favoritos y, sí, también la política. Incluso las respuestas más triviales pueden contener valores, ideas, principios. Y luego hay otras muy concretas –“¿Tú por qué votas? ¿Qué es ser de izquierdas?”– que sirven para reflexionar sobre hasta qué punto la familia influye en nuestras ideas políticas y de qué manera les transmitimos los valores a los hijos.

El profesor de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos Javier Lorente confirma que la familia es el principal agente de socialización política. “Se funciona más por imitación que por oposición, así que esto de que los hijos tienden a generar ideología contraria no es cierto, aunque luego siempre hay personas que se salen de la tendencia general y también fuertes cambios de contexto social que pueden influir, como un golpe militar o una crisis económica”, explica. Esa identidad política se crea por la transmisión directa de ideas o valores, pero también por el entorno en el que se crece, que depende en buena parte de los padres y de sus decisiones, desde el colegio al que se va a las amistades a las que una persona se expone.

Las amistades influyen mucho, pero más “en opiniones sobre asuntos que en la familia se tiende a no hablar”, como el sexo o las drogas, considera. “Sabemos que los padres tienden a proyectar sus ideas en los hijos y que cuanto más generales son esas ideas y valores, mejor se transmiten”, destaca Lorente. Es decir, progenitores e hijos tendrán muchos desacuerdos concretos, pero el lugar en el que se sitúan dentro del espectro ideológico será similar.

La eurodiputada del PSOE Lina Gálvez creció en una casa en la que su madre era de derechas y su padre, de izquierdas. No recuerda que ninguno le transmitiera ideas concretas, pero sí tiene muy presente que sus progenitores la criaron a ella y a sus cuatro hermanas con valores muy claros.

En lugar de prohibirle algo que va a tener valores conservadores o machistas, lo veo con ella y voy comentando. Hablamos mucho de la importancia de la solidaridad o de cuidar el medio ambiente, algo que su generación tiene mucho más incorporado

Lina Gálvez Eurodiputada del PSOE

“Estaba muy presente la idea de valernos por nosotras mismas y de educarnos para que fuéramos libres. Mi padre sí hablaba mucho de la injusticia, él era muy 'abogado defensor', algo que le supuso problemas incluso dentro del Ejército, porque era militar”, cuenta. El contraste entre esa vida familiar de adentro, una casa de llena de mujeres que hablaban de todo, y la vida de afuera, un mundo jerárquico y tremendamente masculinizado, tuvo mucho que ver en su despertar feminista y político.

Con su hija, de 12 años, Gálvez sigue varias estrategias para inculcarle los valores que cree importantes. “En lugar de prohibirle ver algo que sé que va a tener valores conservadores o machistas, lo veo con ella y voy comentando. Le explico mucho que hay que pagar bien a las personas por los trabajos que hacen, hablamos mucho de la importancia de la solidaridad o de cuidar el medio ambiente, algo que su generación tiene mucho más incorporado. Le hablo también de que hay que repartir la riqueza, porque si hay ricos muy ricos habrá pobres muy pobres”, dice. Su hija la ha acompañado alguna vez a su oficina en el Parlamento Europeo y han hablado de su trabajo allí: “Ella me pregunta también por los otros partidos. Yo le digo siempre que hay que respetar las ideas de las demás personas, aunque pensemos que no nos llevan al mejor modelo de sociedad”.

La profesora de Ciencia Política en la Universidad Carlos III Gema García Albacete confirma que hay mucha transmisión ideológica de padres a hijos. “Sobre todo hay evidencia de que se transmite el interés por las política: si vives en una casa donde se habla de política o se participa en política, es muy probable que a ti te vaya a interesar la política. También si eres una persona muy interesada y luego te expones a contextos politizados, como la universidad o la militancia, es más probable que puedas cambiar tus ideas iniciales porque buscas más información, lees más y hablas más sobre esto con otras personas”, agrega.

García Albacete comenta que la evidencia muestra que en Europa la transmisión es más ideológica que partidista, esto es, las familias transmiten e influyen más en la posición de sus hijos en el espectro de izquierda a derecha que en el apoyo a partidos concretos. La experta subraya, no obstante, la importancia que pueden tener también personas clave, como profesores o tíos y tías con los que se tiene mucha afinidad.

Una sudadera rosa

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, recuerda que la mayoría de sus compañeros de militancia en IU tenían madres o padres que también habían sido militantes. Ese no fue su recorrido. “Mis abuelos eran falangistas, mi madre era conservadora y católica. Mi padre era el que tenía un perfil más progresista; hizo una tesis sobre ecología al terminar la universidad. Recuerdo que de pequeño íbamos a mítines del PSOE o de IU en Marchena (Sevilla) y los amigos de mi padre eran de organizaciones ecologistas del pueblo”, cuenta. Más que una ideología concreta o que conversaciones específicas sobre ello, Garzón recuerda que sus padres sí le transmitieron “valores y principios” que se expresaban, por ejemplo, cuando veían el telediario: “Ahí escuchaba críticas a hechos que sucedían, como la invasión de Israel sobre Palestina”.

Les explicamos mucho todo lo que tiene que ver con el cuerpo, que es importante estar a gusto con el cuerpo, que nadie les debe decir nada, que las niñas pueden ser lo que quieran ser

Alberto Garzón Ministro de Consumo

Transmitir esos valores y principios es lo que trata de hacer ahora con sus hijas pequeñas: “Les explicamos mucho todo lo que tiene que ver con el cuerpo, que es importante estar a gusto con el cuerpo, que nadie les debe decir nada, que las niñas pueden ser lo que quieran ser”. El ministro decidió comprarse una sudadera rosa para predicar con el ejemplo cuando sus hijas les dijeron que ese era un color para niñas: “Les explicamos que no era así, y me pongo esa sudadera para romper con esos estereotipos que les llegan”.

Un trabajo del profesor de Ciencia Política de la UNED Antonio Jaime Castillo constata que, a pesar de las transformaciones sociales de las últimas décadas, la familia sigue siendo una “instancia eficaz” en el proceso de socialización política. Los datos, subraya, muestran un alto grado de coincidencia entre progenitores e hijos respecto a cómo se ubican en el espectro ideológico izquierda-derecha. “Por otra parte, los indicadores sobre consenso normativo en cuestiones políticas revelan que los jóvenes comparten un buen número de normas políticas con sus padres, a pesar de que en la familia española se habla poco de política, un fenómeno que no es exclusivo de la sociedad española, sino que se da también en otros países del entorno”, dice el profesor. Jaime Castillo destaca que en las últimas décadas tanto padres como hijos han desplazado sus posiciones hacia el centro del espectro ideológico desde sus respectivas posiciones (más hacia la derecha en el caso de madres y padres, más hacia la izquierda en el caso de los hijos).

“Padres e hijos comparten las normas políticas fundamentales, que son transmitidas durante la infancia temprana en contacto con la familia. La cantidad de normas transmitidas y la calidad de la transmisión dependerá de ciertos elementos ambientales en los que tiene lugar el proceso de socialización y que están relacionados con los procesos de cambio social que vive una sociedad en una época histórica determinada”, reflexiona. A pesar del papel decisivo de la familia en la transmisión de ideas políticas, dice el politólogo que hay aún muy poco conocimiento sobre la manera en que se desarrolla este proceso.

Con los 'streamers' se están colando discursos muy concretos a través del juego, es algo que habría que empezar a estudiar en años y ver si tiene algún impacto

Javier Lorente Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Rey Juan Carlos

El profesor de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos Javier Lorente confirma que lo que puede torcer esa transmisión de ideas entras madres, padres e hijos es el contexto, un cambio cultural o político. También la politóloga Gema García Albacete apunta en esa dirección: “Lo que pasa en casa es muy importante pero fuera de casa también van a pasar cosas relevantes. Tu trabajo, tus compañeros, una manifestación, lo que pase con las amistades... También los cambios políticos o los eventos importantes que tienen mucha capacidad socializadora”. En un estudio con gente joven, recuerda García Albacete, chicas y chicos mencionaban cuáles habían sido los eventos políticos cruciales. Entre ellos, atentados, crisis económica, 15M y 8M.

Lorente pone otro ejemplo actual de cómo está cambiando la transmisión de ideas: el impacto de los streamers y youtubers. “Se ha estudiado mucho el efecto de los medios de comunicación y la teoría de la exposición selectiva, es decir, cómo tendemos a exponernos a aquellos que van a reforzar nuestras ideas previas. Pero en el caso de los streamers se están colando discursos muy concretos a través del juego, es algo que habría que empezar a estudiar en años y ver si tiene algún impacto, ahora es solo una hipótesis”, explica.

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