Alonso ve “vergonzoso” que Rodero “se preste a una lista de primarias” y contribuya a “vulnerar” la normativa de Podemos

“¿Qué se puede esperar que hagan con nuestra Comunidad si han hecho esto con el partido”, se ha preguntado Alonso, que aspiró a ser cabeza de cartel en esta región pero fue apartada por Madrid, lo que desembocó en un proceso que ha acabado en los juzgados y está pendiente aún de juicio.

La representante cántabra en el Congreso se ha pronunciado así, en un comunicado, después de conocerse que el consejo de Coordinación Estatal de Podemos, a propuesta del equipo técnico de Cantabria, ha nombrado a Mónica Rodero como candidata a la Presidencia de Cantabria por este partido al ser “una persona de consenso en la organización”.

Alonso, que no ha querido hacer “valoraciones personales” de quienes integran la lista pues son personas que “casi no conocemos”, sí ha censurado la “falta de vergüenza” que, a su juicio, está demostrando Podemos al “vulnerar sistemáticamente los derechos fundamentales a la participación política, saltando por encima de su propia normativa y despreciando una y otra vez a nuestra Comunidad”.

“Nos sentimos indignadas pero no sorprendidas. Las dinámicas que se están llevando a cabo en los últimos meses en Podemos Cantabria con el apoyo y directrices de la dirección de Madrid han generado la destrucción en nuestra Comunidad de un proyecto muy valioso y necesario”, ha lamentado la diputada nacional.

En este sentido, ha denunciado que se están “vulnerando de forma flagrante” los derechos fundamentales de quienes, como ella, pretendieron participar en las primarias de Podemos, y también del derecho “elemental, democrático y legítimo” de los inscritos en la región a elegir a sus representantes en el Parlamento, como consta en los documentos del partido.

“Se ha mentido, se ha llevado a cabo un montaje indigno, se ha difamado y calumniado, se ha pasado por encima de la soberanía con la gente de Cantabria y ahora, además, se está violando un proceso judicial abierto”, se ha quejado Rosana Alonso, para quien no solo “no existe respeto” por los cántabros, sino tampoco por el “sistema judicial”.