El anarcocapitalismo sale a la pizarra

En un aula cerrada a cal y canto, un profesor ha decidido impartir su clase de una manera especial. Con el objeto de criticar la intervención estatal sobre la economía, el catedrático levanta una auténtica nube de billetes de curso legal que queda esparcida por la clase. Se trata del ‘helicóptero monetario’: una lluvia de dinero que, según algunos exponentes del anarcoliberalismo, el Estado promueve cada vez que el crecimiento se resfría. Una solución pública que, para este experto, mantiene crónicamente enfermo al Occidente cristiano. 

Al término de la sesión, el docente recoge hasta el último billete. Las puertas pueden ya abrirse. El alumnado, que probablemente albergue una amplia diversidad ideológica y de creencias, habrá quedado impactado. El Estado desbarata la naturaleza del intercambio económico; la inflación viene necesariamente de la impresión de billetes; dejar hacer al mercado es, además de lo moderno y avanzado, lo más moral; y el dinero está en nuestros bolsillos mejor que en ningún otro lugar. 

Como en el punk rock, la fórmula dominante en esta sociedad del espectáculo, la seducción y la prisa es la de tres acordes como mucho y la verdad. Una imagen resultona habla mejor que muchas subordinadas seguidas. La evidencia que los ciudadanos tienen de la economía dura minutos o segundos de aprendizaje. Y lo gráfico resiste todo tipo de revisión posterior.  

Este profesor no es una raya en el agua, sino más bien un síntoma. Se llama Jesús Huerta de Soto y lleva 45 años en ejercicio. Su cátedra, en la Universidad pública Rey Juan Carlos, se ha convertido en un lugar de notable influencia. Mientras los investigadores en Economía y otras ciencias sociales publican artículos que figuran en revistas de máximo nivel pero apenas circulación, docentes como el mencionado multiplican su mensaje por treinta, cuarenta o cincuenta oyentes al día. Sus vídeos en Youtube, además, son de amplia circulación, y han inspirado a dirigentes políticos como el presidente argentino Javier Milei.   

Huerta de Soto preside España Sociedad Anónima, una aseguradora fundada por su abuelo en 1928. Puede llegar a fin de mes sin sus lecciones magistrales en la Universidad pública, pero su labor docente se acerca ya a casi medio siglo, y se extiende también a las de producción científica y editorial. Una misión a la que se han ido incorporando numerosos discípulos. 

Uno de estos es Juan Ramón Rallo, doctorando de Huerta de Soto y conocido experto y tertuliano. Con cientos de miles de seguidores, Rallo ejerce sus actividades de docencia en distintas universidades privadas, como el centro OMMA, la Universidad de las Hespérides y el IE Business School. 

Otro es Gabriel Calzada, que defendió su tesis doctoral bajo la misma dirección. Tanto Rallo como Calzada son extremadamente educados en el trato y eruditos en su ámbito de especialización. 

Calzada y Rallo impartieron clases también en la pública Rey Juan Carlos, que ofrece un máster en Economía de la Escuela Austríaca, la tendencia a la que estos y su maestro, Huerta de Soto, pertenecen. La familia de Calzada diversifica sus negocios entre distintos sectores de la economía canaria; uno de estos es la citada universidad de las Hespérides, centro privado de reciente creación en el que el pensamiento ultraliberal ocupa un lugar prioritario. 

De estos y otros promotores nació el Instituto Juan de Mariana en 2005, un centro de pensamiento y divulgación anarcocapitalista que ha dado un nuevo enfoque a las doctrinas liberales de autores como Adam Smith o David Ricardo. Su presentación en sociedad se celebró precisamente en la Universidad Rey Juan Carlos. En ella se realizaron duras críticas a los sectores que denuncian el cambio climático, los “calentólogos”, en la jerga que el instituto empleaba. Dicha presentación contó con Esperanza Aguirre, entonces presidenta autonómica.

El primer inspirador político de Aguirre, Pedro Schwartz, catedrático de Economía, dirigió la tesis de Huerta de Soto. Aguirre ha contado con representantes de este enfoque económico para sus gobiernos, como también lo ha hecho su sucesora Isabel Díaz Ayuso. Uno de estos es Javier Fernández Lasquetty, que fue consejero de Inmigración y Cooperación y de Sanidad con Aguirre e Ignacio González, y de Economía, Hacienda y Empleo con la presidenta autonómica actual. 

En 2014, Lasquetty se encontraba agotado: la justicia había detenido el proceso de externalización de los hospitales de Madrid y el entonces máximo responsable de la Sanidad dimitió. “Ser liberal en España es llorar”, afirmaba unos meses después en el portal Libertad Digital, periódico dirigido por Federico Jiménez Losantos que alberga desde su fundación a distintos creadores de opinión de la escuela austríaca. 

Una vez abandonado el Gobierno regional en 2014, Lasquetty pasó a ser vicerrector de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, donde Gabriel Calzada estaba a cargo del rectorado. La Francisco Marroquín otorgaría el Doctorado Honoris Causa en 2006 al expresidente José María Aznar y en 2009 a Jesús Huerta de Soto. Lasquetty, desde que dejó su puesto en el ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, se ha incorporado al consejo de diversas empresas privadas y a la mencionada Universidad de las Hespérides. 

Lo que se describe con los perfiles aquí mostrados es una red social que se extiende a distintos centros de pensamiento y estudio, instituciones públicas y privadas clave. El periodista Antonio M. Vélez ha profundizado recientemente sobre estas conexiones, que están haciendo emerger un verdadero establishment anarcocapitalista y que alberga fundaciones y think tanks, universidades privadas presenciales y online que surgen en medio de un boom con permiso autonómico, así como administraciones regionales y partidos políticos. 

Los propios defensores de esta tendencia ideológica han reconocido estar sobrerrepresentados, pero también que su función es importante, pues supone establecer un contrapeso ideológico a las tentaciones izquierdistas. Pero, con la victoria electoral de Javier Milei en Argentina, estos podrían dar un paso adelante que dejaría la revolución thatcherista como una anécdota. Si poderes internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional terminan transigiendo con las decisiones de Milei, la influencia anarcoliberal se hará más trasversal aún. 

La relevancia de este fenómeno se manifiesta ya en su influencia en políticos de tendencias moderadas. Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno, apoyó públicamente la candidatura de Milei en las pasadas elecciones a la presidencia de la República de Argentina . Cristina Cifuentes contó como expresidenta madrileña con la asesoría financiera de Daniel Lacalle, próximo si no miembro del Instituto Juan de Mariana. La Comunidad de Madrid alberga en distintos organismos autónomos y en su propio gobierno a antiguos colaboradores del mencionado instituto de pensamiento. El propio Luis Pérez, ‘Alvise’, en un primer momento militante de UPyD y jefe de gabinete de Toni Cantó –en su fase como diputado de Ciudadanos– en el Parlamento valenciano, se ha definido en numerosas ocasiones como simpatizante de esta tendencia ideológica.  

En estos tiempos de radical incertidumbre, las creencias y las supersticiones van camino de ser la nueva fe. Las soluciones extremistas, como la de Milei en Argentina, han supuesto una esperanza para muchos. Las ideas para que este y otros visionarios del futuro ganen audiencia llevan muchas décadas gestándose. La derecha ha dominado, hasta el momento, el lenguaje de la metáfora económica; y el anarcocapitalismo, su versión extrema, no le va a la zaga. Las izquierdas, frecuentemente enfangadas en la lucha por los matices, deberían prestar más atención a estas lecciones.