El corazón de Yolanda Díaz
Se viste Yolanda Díaz de blanco para las grandes ocasiones. Para dar sopapos a un ególatra Tamames, para desgranar datos y para decir que quiere ser presidenta de España. Vestida de blanco y entre sonrisas y emociones consiguió esquivar el riesgo de que la protagonista del lanzamiento de su proyecto fuera la ausencia de una formación que sigue siendo clave para reeditar un gobierno de coalición de izquierda. Un gobierno en el que Yolanda Díaz es pieza clave y que ha demostrado que hay una nueva política eficiente en tiempos difíciles alejada de la ortodoxia neoliberal.
Aunque la gran ecuación que es Sumar siga sin despejarse, se celebró la posibilidad de que la izquierda se pueda unir en torno a una mujer con una experiencia de gestión exitosa y una popularidad contrastada. Allí estaban para dar cuerpo al proyecto Izquierda Unida, Catalunya en Comú, Compromís, Más País, la Chunta Aragonesista, Equo, Alianza Verde, Proyecto Drago, Batzarre o Iniciativa del Pueblo Andaluz. Ante ellos y ante las personas que habían hecho cola para escucharla, Yolanda Díaz no habló de asaltar los cielos sino de la política útil que permite hacer que la vida de los ciudadanos sea mejor y que, como dijo Carla Antonelli, se puedan compaginar las cosas del comer y los sueños de ser lo que cada uno quiera ser.
Estuvo presente en el acto la faceta de Yolanda Díaz que muchos critican por blanda y cursi, la de las “cosas chulas”, porque la política es fondo y es forma y ella no renuncia a ser quien le da la gana. Con esa ternura de doble filo exorcizó el fantasma de Podemos a través de Rosalía de Castro y su reivindicación de que las mujeres no son de nadie y ella en particular, tampoco. “Yo no soy de nadie” fue un guante lanzado a quien quisiera oír y su alusión al politiqueo, otro, que inmediatamente, este sí, recogió ERC a través de Gabriel Rufián. No faltaron recados pero tampoco las líneas generales de una plataforma que, a falta de mayor concreción en las próximas semanas, bebe de las esencias de Podemos pero evita su retórica y se viste de blanco.
Necesitará Yolanda Díaz de toda su audacia, ambición y también su ternura para hacer realidad un proyecto esperanzador que mira, y así debe ser, al futuro. Gioconda Belli leyó en el acto de lanzamiento de Sumar su poema Consejos a la mujer fuerte, en el que instaba Díaz a protegerse de las alimañas que querrán almorzar su corazón. “Ampara, pero ampárate primero, guarda las distancias. Constrúyete. Cuídate. Atesora tu poder. Defiéndelo”. Que Díaz tenga la capacidad de atesorar el poder de la izquierda y atraer a los que ayer faltaron ya se verá. A ella, y a sus potenciales votantes, les esperan días de pasión.
64