No nos moverán, pero no del barco de Chanquete
No te lo creerás, pero hay varias generaciones de españoles convencidos de que “No nos moverán” es una canción compuesta expresamente para la serie ‘Verano azul’. La cantan en manifestaciones adaptando la letra, pero lo hacen pensando que ese tema reivindicativo y pegadizo sonó por primera vez en un capítulo de la famosa serie. Hasta en crónicas periodísticas lo he leído, de verdad: “los manifestantes cantaban una versión del famoso Del barco de Chanquete no nos moverán…” Seguramente es la misma gente que cree que “Bella Ciao” es una canción original de ‘La casa de papel’.
Puede parecer una anécdota, pero da la medida del impacto de aquella serie sobre varias generaciones de españoles que, desmemoriados y desclasados, ignoran el origen de uno de los himnos más antiguos y universales de las luchas sindicales, por los derechos civiles y contra las dictaduras en todo el mundo a lo largo del siglo XX. Canción que, por cierto, también en España se cantaba en las protestas obreras y estudiantiles del final del Franquismo y la Transición, en los años anteriores a que la serie de TVE se apropiase de ella y la versionase para las generaciones venideras.
Soy de la generación que vio de niño la primera emisión de ‘Verano azul’, pero no soy la última generación educada por ella, pues no han dejado de reponerla desde entonces, y todos se la hemos puesto a nuestros hijos alguna vez. Digo “educada por ella”, pues más allá de un producto de entretenimiento familiar (muy bueno, por cierto), era una serie con intención didáctica: educar sentimental y políticamente a los ciudadanos de la joven democracia española. Una ficción que ponía en circulación, de forma controlada, ideas y conflictos que estaban en el ambiente social y político (el catálogo de temas es amplio y variado, si recuerdan), y que allí aparecen con amabilidad, blancura y finales felices.
La joven e impaciente democracia está encarnada por un grupo de niños y adolescentes que buscan mayores libertades frente a padres de la vieja escuela. Una pandilla que vota democráticamente sus decisiones y hasta hace huelga cuando siente que algo es injusto; aunque esa misma ansia de libertad les lleva a meterse en líos, para acabar reconciliados con los padres, que en el fondo tienen razón y los reprimen por su bien. Por encima de ellos, la figura sabia y protectora de Chanquete, tan ambigua políticamente que lo mismo podría pasar por anarquista que por fascista; y Julia, que es la mujer liberada pero sin pasarse, pues el fondo de la serie es claramente conservador: la democracia española (recién salida del 23F) no sabe todavía andar solita, hay que dejarla dar pasitos pero siempre acompañada y guiada por figuras de autoridad como Chanquete, Julia, el rey Juan Carlos o los grandes partidos de consenso. Ah, y en la serie los policías son bonachones y aguantan bromas infantiles, ya no dan miedo.
Doy por hecho que el PP ha elegido ‘Verano azul’ (silbido incluido) como tema de campaña sin pensar en todo lo anterior: como un simple recurso simpático y que siempre pellizca la nostalgia de las generaciones de “Yo fui a EGB”; además de como generador de memes y chistes que te garantizan día y medio de protagonismo mediático aplicando la máxima de “que tuiteen de mí aunque sea bien” (yo mismo he mordido el anzuelo y aquí estoy con mi artículo, sí). Quiero creer que es solo eso, y que el PP no nos propone una democracia como la de ‘Verano azul’ en 1981, controlada e infantilizada, desmemoriada, necesitada de figuras paternalistas, conservadora, y con libertades y derechos pero dentro de un orden.
Por si acaso, yo dejo aquí el recordatorio: si dentro de unos meses tenemos que manifestarnos contra el gobierno de derecha y ultraderecha, y acabamos cantando el “No nos moverán”, más nos vale saber que no se la inventaron los creadores de ‘Verano azul’, y que nos preceden muchas generaciones de resistentes a los que no movieron.
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