Prostitutas desconcertadas
“Las prostitutas están desconcertadas”. Lo afirma la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, que acaba mezclando en la misma intervención “los prostíbulos”, la “herriko taberna”, “Waterloo”, “la dacha de Galapagar” y “la luna”. Montserrat termina haciendo un discurso chanante, pero la idea era denunciar la “descoordinación” del Gobierno. Aplausos de su bancada. No solo a las prostitutas, el desconcierto alcanza a cualquiera que intente descifrar todo lo que acaba de decir.
Uno se pregunta si este es el nivel que merecemos en la política, que nos cuesta un buen pico y que, supuestamente, está para gestionar y resolver problemas. Cada vez se parece más al club de la comedia en unos cuantos capítulos. Nos estamos jugando, nada menos, que los presupuestos del Estado para el año que viene, pero la oposición ha entrado en un juego de mentiras y exageraciones, cuando tendría unos cuantos argumentos para cuestionar con seriedad las ideas y acuerdos del Gobierno.
Se puede dudar de la previsión de ingresos, del grado de cumplimiento que pueda haber, de su falta de consenso con los nacionalistas todavía, pero el PP y Ciudadanos han optado, una vez más, por sembrar el pánico. “Suben todos los impuestos”, dice Pablo Casado. “Son sablazos que deberán pagar los autónomos y la clase media”, afirma Albert Rivera. “Es un infierno fiscal”, asegura el líder del Partido Popular en esta carrera por ver quién la dice más gorda. Tierra quemada. Vamos a morir. Arderemos con Belcebú.
La “recesión” ha recortado a los que menos tienen, mientras que los más ricos incrementan ganancias en general. Algo habrá que hacer cuando los expertos señalan que la renta salarial es 12.000 millones inferior que al inicio de la crisis, mientras que los beneficios empresariales aumentan en 34.000 millones. La mitad de la clase trabajadora está en precariedad y 140.000 personas ganan más que 6 millones de españoles juntos. El acuerdo de presupuestos entre el Gobierno y Unidos Podemos es un intento de cierta redistribución de la riqueza. Veremos si se cumple, pero Casado y Rivera optan por anunciar que “nos arruinarán” y que Sánchez tiene la capacidad hasta de “engañar a Europa”.
El “desconcierto” que les preocupa no es el de “las prostitutas”. La moción de censura a Rajoy es lo que les tiene desconcertados. El mantra de que tenemos un gobierno “ilegal” se repite de forma tan machacona como la exigencia de “convocar elecciones”, porque tenemos un presidente “ocupa”. Son mensajes que calan en determinadas capas sociales. Por eso, en el capítulo de hoy tenemos que los presupuestos son “ilegales” y se negocian con “golpistas” y “terroristas”.
Da en el clavo Casado al afirmar ayer en el Congreso que “el socialismo fracasa cuando se acaba el dinero de los demás”. El líder del PP la clava, pero para describir lo que ocurrió en su partido. Robar lo de todos lleva a una sentencia que certifica el fracaso de llevarse el dinero de los demás. Una condena a título lucrativo dejó a Rajoy a los pies de los caballos y sirvió a unos cuantos para alcanzar el acuerdo que desalojó al PP del poder. Y la moción de censura fue legal. A diferencia de robar, que eso sí es ilegal. Lo sabe desde la “España de los balcones”, hasta “las prostitutas desconcertadas”.