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Sobrecoge

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Sobrecoge que prácticamente ninguna de las personas implicadas en los casos de corrupción hayan admitido su culpa, que, con independencia del fallo judicial, se hayan apropiado de una brutal cantidad de millones de euros, mientras millones de personas están en la pobreza y exclusión social. Máxime cuando los autores son dirigentes políticos y empresariales que han decidido recortes para los pobres y defendido trabajar más y cobrar menos. Imaginemos un grifo que está abierto todo el día y todos los días, que en lugar de agua echa euros a una velocidad de ciento setenta mil euros por minuto, lo que equivale a ¡¡¡noventa mil millones de euros al año!!!. Este es, según muchos expertos, el fabuloso coste anual de la corrupción. Aunque la dimensión económica, o sea, el dinero robado, es lo que más aparece y a lo que los medios de comunicación prestan más atención, el daño humano, social y moral que causa, es incalculable. De esos 90,000 millones de euros, se estima que un gran porcentaje, se da debido a la contratación pública, en lo que a juzgar por los casos de corrupción en que está inmerso y quedan aún por juzgar (valga la redundancia), el Partido Popular se lleva la palma. Sobrecoge que los que alimentaban este manantial de dinero robado fueran muchos de ellos, los que vendían urbanizaciones a los fondos buitre y permanecían impasibles ante el desahucio de las familias más pobres.

Sobrecoge que los medios de comunicación (grupos Atresmedia, Mediaset, Vocento, Prisa, Unidad Editorial, Godó…) muchos de ellos incluso ideológicamente distantes, al menos aparentemente, estén blanqueando al fascismo y sus planteamientos violentos, de odio, xenófobos, machistas y racistas en prensa escrita, tertulias radiofónicas y televisivas.

Sobrecoge que el Tribunal Supremo haya concluido que no cabe recurso de casación contra el sobreseimiento de la causa sobre la tragedia del Tarajal del 6 de febrero de 2014, donde perdieron la vida 15 migrantes subsaharianos cuando intentaban entrar a nado en la ciudad de Ceuta. Un ejemplo más de cómo impera un sistema judicial que repudia y arrincona a las personas de un determinado perfil étnico-racial y con menos recursos, que las hace invisibles y les niega el derecho a la vida, dejando que se vayan de rositas los 16 agentes de la Guardia Civil inculpados por denegación de auxilio, cuando la primera norma en el mar es la de la obligación de socorrer a aquellas personas que están en peligro y así lo recogen las leyes internacionales.

Sobrecoge que la banca, haya sido rescatada con nuestro dinero y empobrecimiento, con más de 62.295 millones de euros. Ver aquí: Asimismo, que los cinco grandes bancos (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter) ganaran casi 20.000 millones de euros en 2021. En un año en el que despidieron a casi 19.000 trabajadores y trabajadoras. Sobrecoge que lo hacen sin ruborizarse, y es más, sin que casi nadie se ruborice.

Sobrecoge que el ritmo de consumo y el daño al ecosistema sea superior al que necesita la naturaleza para poder regenerarse. Que desde la década de los 70 del siglo XX, los seres humanos vivamos por encima de los recursos disponibles. Sobrecoge que para mantener los hábitos de consumo actuales haga falta más de un planeta y medio.

Sobrecoge que todo esto ocurra con un sistema capitalista neoliberal, destructivo y depredador, liderado por las élites de los poderes económicos y financieros, con total impunidad y contra los Derechos Humanos, la Constitución, el Estado de Bienestar y el Bien común.

Sobrecoge, en fin, muchas cosas más, pero sobre todo el silencio del pueblo, como decía Julio Anguita: “No me da miedo el ruido del poder, me da miedo el silencio del pueblo”.

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