El anteproyecto de reforma fiscal que el gobierno presentó el pasado viernes en el Consejo de Ministros no es una reforma íntegra, sino una serie de rebajas de tipos, que lejos de resolver los problemas estructurales del sistema, tendrá como resultado aumentar la brecha entre ricos y pobres. pobres. Mientras, para la clase media, la rebaja será mínima y seguirá soportando el mayor peso de la carga tributaria.
La política fiscal es uno de los instrumentos clave para revertir este desequilibrio y el Gobierno es para un 86% de la población española el responsable de poner en marcha medidas para reducir la brecha social, según la última encuesta encargada por Oxfam Intermón sobre Desigualdad y Fiscalidad en España publicada este miércoles.
El anteproyecto de reforma fiscal se olvida de los que más tienen, a pesar de que el 95% de la población se siente preocupada por cómo el aumento de la desigualdad puede afectar a la población. Más de 11 millones de trabajadores y pensionistas con ingresos inferiores a 17.000 euros anuales, lejos de contemplar ninguna mejora tributaria, verán cómo las rentas más altas disfrutarán de una caída de hasta 7 puntos en el IRPF.
La opinion de 8 de cada 10 ciudadanos es que los ricos tienen demasiada influencia y así seguirá siendo mientras las leyes estén hechas a su medida y el ejecutivo renuncie a captar más de los que más tienen.
Este modelo de reforma fiscal refuerza la desigualdad y la concentración de riqueza en España, el país de la OCDE en el que más ha aumentado la brecha entre ricos y pobres.
Otro de los aspectos más delicados de la reforma es que provocará una caída en la recaudación, el propio Estado estima que dejará de ingresar 9.000 millones de euros. El gran peligro de la reforma es que genere un mayor nivel de déficit y desemboque en nuevos recortes en políticas sociales que a su vez aumenten los gastos de las familias. Las mismas que hoy aportan casi 50 veces más a las arcas públicas que las grandes, según datos del Informe Tanto tienes, ¿tanto pagas?
Por otro lado, esta reforma no contempla ni una sola medida para atajar uno de los grandes problemas en España, el fraude fiscal, responsable de que cada año se dejen de recaudar aproximadamente 59.500 millones de euros. De los cuales, casi un 72% proviene de grandes empresas y fortunas.
La bajada de impuestos es una medida populista y electoralista que el Gobierno utiliza de manera interesada tras los malos resultados de las elecciones europeas. Prueba de ello es que comenzará a ejecutarse a partir de 2015, el mismo año en el que tendrán lugar las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales.
Es en defenitiva la última bala para tratar de contentar y recuperar el apoyo de una opinión pública a la que no han tenido en cuenta a lo largo de toda la legislatura. Un anuncio irreal de bajada de impuestos que no se verá reflejado en una sustanciosa mejora de su renta disponible.
Oxfam Intermón, para combatir la desigualdad y la concentración extrema, defiende que la solución pasa por priorizar la lucha contra la evasión y elusión fiscal, que se reparta el esfuerzo fiscal en función de las capacidades reales de cada uno y que para ello se eliminen los incentivos fiscales que no generan valor. Es necesario exigir una reforma justa que fortaleza el modelo social que realmente necesitamos. Firma por una reforma contra la desigualdad y ayuda a presionar al Gobierno.
