Los Árabes se reúnen en medio de polémicas y con la ausencia de la mayoría de líderes

La IV Cumbre Árabe de Desarrollo Económico y Social se celebra este sábado y domingo en Beirut, con la ausencia de la mayor parte de los jefes de Estado árabes y en medio de varias polémicas, como el boicot de Libia y el hecho de que el país anfitrión, el Líbano, no cuenta con un Gobierno.

El encuentro tendrá lugar en el Seaside Arena, pero las reuniones preparatorias que arrancaron ayer se están celebrando en el hotel Fenicia de Beirut, donde han sido desplegado entre 7.000 y 8.000 agentes para garantizar la seguridad del evento y varias calles han sido cerradas, así como escuelas e instituciones públicas.

Se calcula que la organización de la cumbre ha costado al Líbano 10 millones de dólares, a pesar de la crisis económica que atraviesa el país, debida en parte al retraso en la formación de un Gobierno, después de las elecciones celebradas el pasado mes de mayo.

Analistas apuntaron a Efe que la falta de un Ejecutivo ha hecho que muchos líderes árabes no acudan a la cita, a la que de momento sólo han confirmado su asistencia los presidentes de Irak y Mauritania, de un total de 22 países miembros.

El historiador, economista y escritor libanés Georges Corm dijo a Efe que “la no formación del Gobierno en el Líbano” desde hace más de ocho meses ha ahuyentado a los jefes de Estado, así como la actitud del movimiento chií Amal.

Seguidores del grupo quemaron una bandera de Libia en las cercanías de la sede de la cumbre y amenazaron con no dejar entrar a la delegación libia a través del aeropuerto de Beirut en represalia por la desaparición sin resolver de su fundador, el imán Musa Sadr, en el país norteafricano en 1978.

El experto libanés en países árabes Michel Nufal también consideró que “la reacción del movimiento Amal respecto a Libia perjudicó la cumbre e hizo que la mayoría de los líderes árabes no acudieran por temor a incidentes de seguridad”.

Destacó que también el hecho de que “Siria no haya sido reintegrada en la Liga Árabe pesó sobre la cumbre”, después de que varias voces pidieran que Damasco fuera invitado, a pesar de la suspensión del organismo desde 2011 a causa del conflicto en ese país.

Para el Líbano, la cumbre tiene “gran importancia” porque en ella se espera que se aborde la falta de fondos de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), así como la crisis de los refugiados sirios, según Nufal.

“El Líbano espera que los países árabes le ayuden en esos dos expedientes a pesar de las diferencias entre ellos”, agregó.

Para el analista y profesor universitario Hyam Mallat “las circunstancias actuales en Oriente Medio son difíciles y dramáticas, y las divergencias tanto regionales como internas han influido en la representación de los líderes árabes”.

“El hecho de que la cumbre se celebre es importante, pero no hay que esperar que tenga éxito sino más bien resultados limitados”, lamentó en declaraciones a Efe.

Corm también descartó que de la cita salgan resultados concretos “ya que la cooperación económica entre los países de la región es cero”, en su opinión.

Por su parte, el representante permanente de Arabia Saudí ante la Liga Árabe, Osama Nugali, dijo que “la cumbre de Beirut tiene lugar en un contexto con numerosos retos”, seis años después de la celebrada en Riad en 2013.

En la agenda de la cumbre hay casi 30 asuntos, entre los que destaca la seguridad alimentaria en la región, el establecimiento de una unión aduanera árabe y un mercado común de electricidad, el apoyo árabe a la UNRWA, la protección de los menores refugiados y desplazados, y la carga económica y social de los países que albergan a los refugiados, en especial el Líbano y Jordania.

El asistente del secretario general de la Liga Árabe, Hosam Zaki, dijo hoy en Beirut que la cuestión de los refugiados genera conflictos entre los países miembros y admitió que “la presencia de los jefes de Estado árabes hubiera dado más relevancia a esta cumbre, pero su ausencia no afecta en absoluto a la importancia de los temas que se tratarán”.

Kathy Seleme