Ban sitúa como prioridad el conflicto en Siria en los debates de la Asamblea de la ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró hoy que el conflicto en Siria encabeza su lista de prioridades para los debates de la 67 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas y pidió “responsabilidad colectiva” a los líderes mundiales para acabar con una crisis “sin un fin inmediato”.

“Voy a mantener reuniones bilaterales con más de 123 líderes y Siria estará en lo alto de mis prioridades, y creo que también centrará los pensamientos de todos y cada uno de los líderes mundiales”, dijo Ban en una conferencia de prensa antes del inicio de los debates públicos de la sesión actual de la Asamblea General.

El máximo responsable de Naciones Unidas espera que Siria centre la principal parte de la agenda diplomática en torno a esos debates, que arrancarán el próximo martes, 25 de septiembre, y en los que se espera que estén más de un centenar de jefes de Estado y Gobierno, y ministros de Exteriores.

A todos ellos pidió que muestren al mundo “responsabilidad global y colectiva” y que actúen “unidos” ante la tragedia siria, un conflicto para el que no ve “un fin inmediato” y cuya solución pasa “por esfuerzos diplomáticos continuos” que conduzcan al “cese inmediato y sin condiciones de la violencia por ambas partes”.

Ban lamentó que tanto el Gobierno como la oposición de Siria parezcan decididos a llegar al final “por medios militares”, cuando, en su opinión, “esta crisis solo se puede resolver por la vía diplomática y mediante diálogo político dentro y fuera” del país.

El secretario general de la ONU reconoció que la prolongación del conflicto, que comenzó en marzo de 2011, y la parálisis que vive el Consejo de Seguridad en este asunto le impiden levantarse “con la conciencia tranquila”.

Por eso, Ban exhortó a que “cualquier país con influencia sobre alguna de las partes” la use para detener la violencia, y pidió, una vez más, que se detenga el envío de armas al Ejército sirio y a la oposición armada.

Los debates de la Asamblea General llegan en un momento en que el trabajo del representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, el argelino Lajdar Brahimi, sigue en una fase preliminar, después del fracaso de la misión de Kofi Annan por la falta de compromiso de las partes y el bloqueo que ejercieron Rusia y China en el Consejo de Seguridad ante iniciativas árabes y occidentales por condenar a Al Asad.

El máximo responsable de la ONU también se refirió al conflicto entre palestinos e israelíes y a la tensión provocada por el programa nuclear iraní, temas que también centrarán parte de la agenda en la Asamblea General.

Asimismo, se mostró preocupado por la ola de violencia y protestas originadas por el vídeo y las nuevas caricaturas que se mofan de Mahoma.

Así, Ban afirmó que la libertad de expresión es un derecho que no debería servir “para provocar y humillar los valores y las creencias” de otros pueblos.

En el caso del conflicto palestino-israelí, mientras hace un año el tema candente de la Asamblea fue la petición de las autoridades palestinas para que sus territorios fueran reconocidos como Estado miembro de la ONU, en esta ocasión serán los contactos que los líderes palestinos pretenden llevar a cabo para que se los reconozca como Estado, aunque no miembro del organismo.

Ban explicó que “el ingreso de Palestina en la ONU está muy atrasado” y agregó que el proceso de reconocimiento como Estado “debería ir de la mano a un acuerdo negociado entre las partes”, si bien reconoció que no hay avances en esta dirección.

En cuanto a las tensiones con Irán, el secretario general pidió a Teherán que cumpla con todas las resoluciones del Consejo de Seguridad y medidas del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Ban dijo que el régimen iraní tiene “demasiadas preguntas sin responder” sobre la naturaleza de su programa nuclear y señaló que “si insisten en que su programa nuclear solo tiene propósitos pacíficos, la comunidad internacional debería poder probarlo”.

El secretario general de la ONU explicó, además, que coincidiendo con los debates de la Asamblea General, habrá encuentros de alto nivel en los que se tratarán asuntos como el fin de la transición en Somalia y la situación en Yemen, la crisis en Mali y el Sahel o las relaciones entre Sudán y Sudán del Sur.

Además, se discutirá sobre el terrorismo nuclear y la necesidad de la rápida entrada en vigor del tratado de 1996 contra ensayos nucleares, así como el horizonte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio más allá de 2015.