El Senado acaba una vez más una legislatura con su reforma pendiente

La reforma del Senado, considerada por las fuerzas políticas representadas en la Cámara la “eterna asignatura pendiente” de la institución, quedará de nuevo aparcada, una legislatura más, cuando el próximo 5 de marzo se disuelvan las Cortes Generales.

En las últimas semanas, el PP y el PSOE habían dado unos tímidos pasos para mejorar el funcionamiento del Senado mediante cambios técnicos que se incluirían en su Reglamento, pero la ponencia que esta tarde iba a seguir estudiando estas propuestas ha sido desconvocada debido a la convocatoria anticipada de elecciones.

Ya en la última reunión de este órgano, constituido dentro de la Comisión de Reglamento, sólo estuvieron presentes representantes de los dos grupos mayoritarios.

PP y PSOE acordaron trabajar en aspectos técnicos encaminados a modificar el Reglamento mediante la incorporación de las normas supletorias e interpretativas de la Presidencia de la Cámara que no forman parte de esta ley.

Los servicios jurídicos del Senado iban a hacer una propuesta que después sería sometida a consideración de los siete grupos parlamentarios, pero la disolución de las Cortes derivada del adelanto electoral va a dejar en suspenso unos avances que PP y PSOE veían factibles por cuanto estaban exentos de polémica.

En todo caso, este último intento para reformar la institución comenzó tarde en esta legislatura, ya que no fue hasta el pasado mes de noviembre cuando los grupos apostaron por una modificación “de mínimos” del Reglamento que no exigiera cambiar la Constitución.

Otra cosa es que algunas formaciones apuesten por cambios de más calado que sí afectarían a la Carta Magna para reforzar su carácter territorial, como propone el PSOE, pero todo ello quedará de nuevo aparcado a la espera de conocer la nueva composición del Senado derivada de las elecciones generales del 28 de abril.

El intento más serio de modernización de la Cámara Alta data de 2015, cuando hubo un amplio consenso entre los grupos en torno a un borrador de medidas para revitalizar la institución, tras tres años de trabajos, que sin embargo se frustraron en el último momento.

La reforma del Senado constituye un debate recurrente que los grupos recuperan legislatura tras legislatura sin que logre fructificar.

Fue una de las propuestas para la reforma de la Constitución que promovió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y sobre la que el Consejo de Estado emitió un dictamen en 2006 en el que proponía reducir en 25 el número de senadores y otorgar mayor poder legislativo a la Cámara Alta.