Tamames propone que el fiscal del Estado lidere la lucha contra la corrupción

El economista Ramón Tamames cree que los casos de corrupción que están afectando a la clase política española van a servir de “lección” y considera que se debe articular un sistema para hacer frente a este problema que esté liderado por el fiscal general del Estado.

Así lo ha subrayado Tamames en una entrevista con Efe con motivo de su ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que se producirá el próximo martes en un acto presidido por la Reina.

Para este catedrático de Economía, doctor en Derecho y expolítico, entre otras cosas, la política española está en crisis por las “vergüenzas” que cada día se descubren “por aquí y por allá”, y porque las instancias públicas aparecen “corroídas por el espíritu de la codicia, la malversación y los latrocinios”.

Ante todo lo que está ocurriendo ve normal que la gente esté decepcionada y por eso cuando el PP propone un pacto contra la corrupción muchos dicen “a buenas horas mangas verdes”, señala.

En su opinión, lo que tenían que haber hecho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y toda la estructura del PP era “limpiar la casa”, igual que en “los partidos catalanes, los ayuntamientos de aquí y por allá, las diputaciones, etcétera”.

“Esto nos va a servir de lección, después de muchas tentativas va a haber que organizar un sistema” que debe liderar el fiscal general del Estado, quien tiene que ser “más independiente, tener más poderes, más medios y vigilar que se cumplan las leyes”, añade.

Además, señala que el fiscal general tiene “los poderes de imputar, de exigir información y de plantear cambios” y es por tanto el que debe encargarse de estos cambios para acabar con la lacra de la corrupción.

“Y naturalmente que se aprendan la lección el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo”, añade.

A la hora de analizar otra crisis, la económica, Ramón Tamames aprecia ciertos “síntomas” que pueden sugerir un “punto de inflexión”, una mejoría.

Cita así la caída de la prima de riesgo y la consecuente mejora en el tipo del bono español; el mejor comportamiento de las exportaciones y la reducción del déficit comercial o un “leve, muy leve” aún, indicio de que comienzan a aumentar los ingresos fiscales.

Pero no es del todo optimista, cree que España corre el riesgo de desindustrializarse, que hay que apostar fuerte por la agricultura y sobre todo la industria agroalimentaria y considera necesaria una reforma de la administración pública que la haga más eficaz y eficiente.

Acerca de todo esto habla en dos cartas que ha escrito recientemente al presidente del Gobierno.

En ellas advierte a Rajoy de que hay que “compactar” el Estado, hacerlo “más reducido y con menos pretensiones, pero que efectivamente funcione”.

Propone por ejemplo la desaparición de las diputaciones, que “sobran”, y la reducción de los ayuntamientos -“hay 8.100, cuando con menos de 1.000 tendríamos podríamos mejorar la eficacia”-.

Advierte por otro lado de la parálisis que sufre la agricultura española, “maltratada” por la política europea y que debería, dice, tener un valor estratégico, sobre todo por la industria agroalimentaria.

En cuanto al resto de la industria, señala que el tejido productivo español se está “deshilachando”. Por eso se pregunta, cuando vuelva la recuperación, “¿dónde vamos a encontrar el empleo?”. “Pues fuera de España”, avisa.

En su opinión, “hay que inventarse actividades” con un proceso de reindustrialización, desarrollo agrario y con una reforma de la administración pública.

Muy crítico es Tamames con medidas del Gobierno como la amnistía fiscal, que ha recaudado mucho menos de lo que prometía, pues si han aflorado 40.000 millones de euros deberían haberse obtenido 4.000 (el 10 %) pero sólo se han conseguido 1.200. “Ha sido una pequeña chapuza”, dice.

Lamenta además que no se sepa aún si los “delincuentes ya manifiestos” se han acogido o no a la amnistía.

Otra cosa es la reforma laboral, que según admite era “indispensable” e “inevitable” y puede “crear empleo en el futuro”, porque la productividad está aumentando y la competitividad puede también crecer.

Sin embargo, señala que antes de aprobarla se debía haber hecho un diagnóstico del mercado laboral español.

Y es que, según sus cálculos, puede haber tres millones de personas trabajando que no figuran en ninguna estadística -jubilados que cobran por hacer otras actividades, empleados de sectores “difusos” como la hostelería o el servicio doméstico o los parados con prestación que trabajan-.

Esa “economía informal” que no se está teniendo en cuenta, añade.

El próximo martes, Ramón Tamames ingresará en la Academia de las Ciencias Morales y Políticas con un discurso que evocará el ensayo del filósofo alemán Immanuel Kant sobre “la paz perpetua” para reclamar ese espíritu entre los 193 países del mundo con Naciones Unidas como nexo de unión.