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El plan de Teresa Rodríguez de impulsar Adelante Andalucía, principal reto interno de 2020 para Pablo Iglesias

Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez, en un acto de precampaña de las andaluzas.

Aitor Riveiro

2020 no será sencillo para Pablo Iglesias. Seis años después del nacimiento de Podemos, su secretario general deberá afrontar retos clave que definirán el futuro de la organización. Con la Vicepresidencia Segunda del Gobierno casi atada, a la espera de que ERC certifique el sentido de su voto, la gestión que hagan los representantes de Unidas Podemos que van a recalar en el Consejo de Ministros será fundamental en el intento de demostrar ante la ciudadanía la utilidad del partido para lograr cambios reales desde las instituciones, uno de sus pilares fundacionales. Pero el año que ya asoma a la vuelta del calendario será también vital en el ámbito interno. Especialmente en el sur, donde Teresa Rodríguez volverá a intentar emancipar la organización que lidera de la estructura estatal y constituir un sujeto propio andaluz.

El plan de la coordinadora general de Podemos Andalucía no es nuevo. Ni secreto. Ya lo intentó en 2016 bajo el nombre de Marea Andaluza, el proyecto que presentó en la II Asamblea Ciudadana Autonómica. Entonces, la idea era federalizar Podemos. Obtener autonomía política y financiera en un partido construido desde el centralismo para abordar la maratón electoral que vivió España entre 2014 y 2016.

Y en ese plan estaba, de alguna manera, Iglesias. La estrategia de dotar a las organizaciones territoriales de más poder y capacidad de decisión fue uno de los ejes del planteamiento que presentó el líder del partido ante los inscritos en Vistalegre 2 ese mismo año.

La realidad es que nunca se terminó de desarrollar. La inestabilidad política y las prolongadas cuitas internas, especialmente con el enfrentamiento con Íñigo Errejón, llevaron a la dirección a posponer sus planes. El partido hacía aguas y el liderazgo de Iglesias estaba en entredicho, por lo que dar más poder a los dirigentes territoriales, algunos de ellos enfrentados a la dirección estatal y proclives a un cambio de rumbo hacia las tesis de Errejón, dejó de ser una prioridad.

La dirección de Rodríguez mantuvo viva su idea y registró Marea Andaluza como partido, pese a tratar de ocultarlo. Con todo, el plan fue pospuesto ante la imposibilidad de llevarlo adelante.

Adelante Andalucía: el nuevo pulso

Dos años después, Teresa Rodríguez vuelve a intentarlo. Pero ahora la estrategia no pasa por obtener autonomía para Podemos Andalucía, sino por superar tanto la marca como la organización en sí misma y transitar hacia un nuevo sujeto político que aglutine a la izquierda andalucista. El nombre, Adelante Andalucía. Fue la coalición con la que se presentaron a las elecciones autonómicas de diciembre de 2018 Podemos e IU, junto con Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza. Y desde este mes de diciembre es un nuevo partido registrado ante el Ministerio del Interior.

Podemos Andalucía tiene convocado un amplio proceso asambleario para el primer trimestre de 2020 que, en dos fases diferentes, abordará la redefinición estratégica del partido y la renovación de la dirección. La primera fase se celebrará con el arranque del año, justo a la vuelta de la vacaciones de Navidades.

El día clave será el 18 de enero, cuando se debatirán y votarán los documentos estratégicos. El planteamiento de Rodríguez pasa por convertir Adelante Andalucía “en un sujeto propio andaluz”, según recoge el documento Ser luna llena. “Proponemos continuar construyendo la herramienta Adelante Andalucía como espacio común de crecimiento político de la izquierda andalucista”, señala. Y concluye: “Para ello iremos constituyendo asambleas de Adelante Andalucía, pueblo a pueblo, barrio a barrio, para desarrollar las tareas, las campañas y las acciones en el ámbito territorial o sectorial de referencia con una dinámica y prioridad en la construcción de la movilización social contra las políticas del gobierno andaluz y la construcción de una alternativa de poder independiente del bipartidismo”.

Más lejos va el actual número dos de la organización andaluza, Pablo P. Ganfornina, quien apela directamente en otro documento a “desarrollar un proceso de constitución como organización autónoma andaluza con ambición confederable, siempre dentro del marco político de la unidad y que en nuestro caso es Adelante Andalucía”.

A diferencia del proceso asambleario habitual de Podemos, esta primera fase se resolverá con una votación presencial en lugar de telemática. Los documentos serán aprobados, o rechazados, por mayoría simple de los presentes en la asamblea, que se celebrará en Antequera (Málaga).

Posteriormente, se abrirá el proceso asambleario ordinario que marcan los estatutos del partido y que concluirá en marzo con una renovación de la dirección de Podemos Andalucía. Teresa Rodríguez ya ha anticipado que no repetirá como candidata a la Presidencia de la Junta en 2023. Ni en nombre de la formación morada ni en nombre de Adelante Andalucía, pero su intención es mantener el liderazgo orgánico de Podemos en la región, para lo cual presentará su candidatura a las primarias con el proyecto emanado de la votación de enero bajo el brazo.

“Adelante Andalucía no es para mí una sucursal de Podemos en Andalucía, es una organización andaluza que se configuró aquí, con otras cuatro formaciones, que tiene aspiraciones y las tuvo desde el primer momento”, señaló la dirigente en una entrevista en eldiario.es.

El referente de Rodríguez es En Comú Podem, la confluencia catalana en la que se integra, entre otros, Podemos, y que cuenta con una portavocía propia dentro de Unidas Podemos. De hecho, ante la repetición electoral del 10N la ejecutiva de Podemos Andalucía intentó presentar Adelante Andalucía ya como candidatura de confluencia. Pero ni la dirección estatal ni sus aliados, con IU a la cabeza, compartían el movimento.

La diferencia, sostienen desde la dirección estatal de Podemos, estriba en el ecosistema político propio que existe en Catalunya y en el liderazgo de los comunes: Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona no milita ni ha militado en Podemos. No forma parte de sus estructuras. Podemos no se integró en Catalunya en Comú, el partido de ámbito autonómico que dirige Colau. Y aunque sus lazos con Pablo Iglesias son evidentes, orgánicamente pertenecen a partidos diferentes que, luego, deciden o no coaligarse. 

En la dirección de Iglesias también apuntan que Podemos es un proyecto estatal. Y que esa es su auténtica fuerza. Por eso, apuntan, Adelante Andalucía cayó en votos en las elecciones de diciembre de 2018. La campaña de Rodríguez, como la de Susana Díaz, se hizo contra Madrid. Tanto a nivel político como orgánico. 

Una historia de desencuentros

El de 2020 será así el último de una serie de desencuentros entre Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez que se remontan casi a la fundación de Podemos y que tienen mucho que ver con la militancia política de la dirigente andaluza en Anticapitalistas.

Precisamente el partido, reconvertido en asociación para evitar que sus dirigentes en Podemos fueran acusados de doble militancia, tiene abierto a su vez un proceso asambleario en el que son muchas, y muy potentes, las voces que apuestan por desligarse completamente del proyecto que ayudaron a fundar en 2014. 

El partido, una antigua escisión de IU, fue clave en el lanzamiento de Podemos. Uno de sus referentes, actual dirigente de Podemos y eurodiputado de Unidas Podemos, es Miguel Urbán, quien participó activamente junto a Iglesias en los preparativos de la fundación. La red de cuadros de Anticapitalistas permitió también una cierta implantación territorial sin la cual parecía imposible a priori tener cierto impacto electoral.

Pero los problemas surgieron muy pronto. Antes incluso de las europeas de 2014. Anticapitalistas presentó una lista propia a aquellas primarias y logró colocar a varios referentes en puestos de salida. Una de ellas fue Teresa Rodríguez, cuya imagen en la noche de las europeas de aquel año fue uno de los iconos del partido en sus primeros meses de vida.

Después, llegaron los desencuentros cada vez más profundos sobre el modelo organizativo que debía asumir Podemos. Las diferencias se plasmaron en Vistalegre 1, la asamblea fundacional del partido. Teresa Rodríguez lideró, junto a Pablo Echenique, una candidatura alternativa a la de Iglesias, sin mucho éxito.

Tras la I Asamblea Ciudadana, Rodríguez y Echenique optaron por hacerse fuertes en sus respectivas comunidades. Desde entonces, la dirigente andaluza se ha opuesto de forma habitual a muchas de las decisiones de Iglesias. Tanto internas como externas. Hoy por hoy, la más destacada es su rechazo frontal al Gobierno de coalición que negocia Unidas Podemos con el PSOE.

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