Beatriz Rodríguez Delgado debuta con “La vida real de Esperanza Silva”

A caballo entre la creación y la edición, Beatriz Rodríguez Delgado, desde niña ha estado rodeada por el libro y la palabra. Ahora en su primera y muy literaria novela, “La vida real de Esperanza Silva”, ha decido quitar el velo a la realidad para verla tal cual es, “como un juego”, dice.

Así, a través de una historia fragmentada, divida en cuadros, con todos los colores de la paleta de la vida, Beatriz Rodríguez Delgado (Sevilla, 1980) reconstruye la vida de Esperanza Silva, una mujer, que son muchas mujeres, tantas como cuadros, y con la que la autora, entre sueño y realidad, deja claro que la vida real no son los momentos cotidianos; ni la rutina, todo lo contrario.

“La vida real son nuestros sueños, nuestros momentos de felicidad. Cuando me siento muy agobiada con cosas mundanas del día a día, me digo: esto no es la realidad, la realidad es el relato que nos queda por contar, el futuro”, explica a Efe Rodríguez Delgado, que actualmente dirige una de las editoriales pioneras en Internet “Musa a las 9”, y creadora también del Festival de Poesía de Madrid, Poemad.

Publicada por Casa de Cartón, “La vida de Esperanza Silva”, es una narración que encierra muchas narraciones, un caja china, por donde pasa la infancia, la adolescencia, el amor, la muerte, el dolor, la felicidad o la frustración de esta mujer contada desde que nace hasta que muere, relatada de muchas formas y dividida en dos partes.

Una historia que nació en la mente de Rodríguez Delgado cuando su profesor de literatura, le contó a ella y a un pequeño grupo de alumnas aventajadas una historia “bellísima” que le había pasado con una mujer llamada Esperanza Silva, un nombre que a la autora le sonó “como de realismo mágico, muy García Márquez y muy inspirador”.

Y un nombre con el que empezó a tejer esta novela que en principio iba para ser un relato y que cobró tanto cuerpo que la propia historia pugnó por tornarse en novela, como ella misma subraya.

Una novela que como todo puzzle se resuelve al final como un mural de fin de obra. En la primera parte de la novela cada capítulo es un cuadro y un estilo artístico con una vida diferente para cada mujer y la segunda parte del libro, que explica y completa la primera, “es el relato de la vida de Esperanza contada por una de las tres niñas que aparecen en el relato”, subraya la autora.

Una última parte que es una especie de homenaje a la autora y que le sirve a Rodríguez Delgado para experimentar con otro tipo de escritura más libre y más hipnótica. Y es que también la infancia tiene gran peso en este libro, porque, para ella, como para Rilke, en la infancia está toda la construcción de una persona. “Luego te pasas deconstruyendo todo”, añade.

“La vida real de Esperanza Silva” es la primera novela de Beatriz Rodríguez Delgado, pero nunca ha dejado de escribir, porque para ella hacerlo es una forma de entender el mundo. Y así se ha tomado este ambicioso relato, plagado también de referencias musicales y cinematográficas, como un paso más en el taller del creador.

“Ya tengo otra novela en la cabeza”, sostiene, al tiempo que recalca que las narraciones lineales y realistas no le gustan nada. Pero Beatriz Delgado, que ha trabajado como editora para Trama Editorial, La Fábrica, y el grupo Anaya, también pone su energía en los asuntos de la gestión y divulgación de la cultura en el día y no deja de lado su labor en su editorial Musa a las 9.

Una labor que compagina con la gestión cultural y ya está preparando la cuarta edición del Festival de Poesía, Poeemad, una reunión con la mejor poesía de grandes autores consagrados y emergentes de las dos orillas y que cuenta con el patrocinio de la Fundación Aquae.

“Creo que las editoriales tendrían que repartir su tiempo también con la gestión cultural y moverse en ese campo, porque sino, además, no se como van a salir adelante”, advierte.